Abatido alias Gokú, delincuente sindicado de homicidio y extorsión
Alias Gokú tenía órdenes de captura por extorsión, hurto agravado, secuestro simple, tortura, homicidio agravado y tráfico de estupefacientes.
Noticias RCN
03:50 p. m.
Luego de cuatro meses de una exhaustiva investigación, las autoridades en el Atlántico lograron ubicar a alias Gokú, uno de los delincuentes más peligrosos con presencia en el municipio de Soledad.
Juan Camilo Reales Sierra, quien presuntamente había quedado al frente de las coordinaciones criminarles del grupo delincuencial ‘Los Rastrojos Costeños’, fue abatido por las autoridades durante un allanamiento.
El operativo se realizó en una vivienda del barrio Villa Sol, luego de que las autoridades lograran ubicarlo por intercepciones telefónicas tras amenazar a varios investigadores.
Cuando agentes del Gaula llegaron hasta la vivienda para materializar su captura, alias Gokú intentó impedirlo y disparó contra los policiales, quienes, en una rápida reacción, accionaron sus armas y lograron abatirlo.
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“Al notar la presencia de las autoridades, esgrime su arma de fuego para arremeter contra nuestros policiales, quienes hacen uso de su arma de dotación cuando abaten a este delincuente. Las heridas fueron mortales y fallece en el momento”, explicó el coronel Oscar Daza, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Barranquilla.
El prontuario criminal de alias Gokú
‘Gokú’ logró convertirse en la mano derecha de alias Negro Ober, uno de los delincuentes más buscados en la ciudad y quien fue capturado y trasladado a una cárcel de máxima seguridad en Boyacá por homicidios selectivos y extorsiones en Barranquilla y su área metropolitana.
“Antecedentes por homicidio, antecedentes por extorsión y estaba vinculado con otras actividades delincuenciales en el sector de Barranquilla y el área metropolitana”, agregó el oficial.
Las investigaciones permitieron determinar que alias Gokú, no solo estaba vinculado con el cobro de extorsiones y microtráfico, sino que también estaba siendo investigado por el asesinato de Ángelo Cerra, un joven secuestrado, torturado, desmembrado y cuyos restos fueron hallados en diferentes partes de Barranquilla.
Con este amplio prontuario judicial, en su contra pesaban órdenes de captura por extorsión, hurto agravado, secuestro simple, tortura, homicidio agravado y tráfico de estupefacientes.