Amigos y detractores: el limbo de la Séptima

Las opiniones sobre lo que necesita la Séptima están matizadas por los intereses políticos, económicos y ciudadanos. Cada sector mira la solución desde su perspectiva y de esa misma manera critica las demás. Acuerdos y desacuerdos.


Noticias RCN

ago 04 de 2020
12:22 p. m.

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Cada proyecto que se ha pensado y propuesto para transformar la carrera Séptima en una vía eficiente, que satisfaga la demanda de movilidad para los usuarios y vecinos del corredor oriental de la ciudad, pero además se complemente con otras vías y sistemas de transporte, ha generado divisiones entre la comunidad, el Distrito y los gremios que no encuentran un interés común para dar una solución definitiva.

El último proyecto, el que más avanzó hasta que una orden judicial lo frenó en su etapa de licitación, fue el Transmilenio por la carrera Séptima que se sumó a la lista de propuestas fallidas. Un metro, una troncal de Transmilenio, un Transmilenio ligero, un corredor verde - propuesto inicialmente por Clara López en el año 2011, como alcaldesa encargada tras la suspensión del Samuel Moreno por el escándalo del carrusel de la contratación - y un tranvía.

Ahora, la alcaldesa mayor de Bogotá, Claudia López, se la juega por el corredor verde.

Los egos políticos y la falta de consenso

Hay un reconocimiento colectivo de culpabilidad porque en dos décadas no se ha logrado un acuerdo que reúna todas las opiniones y necesidades de los involucrados en la transformación de la carrera Séptima

“Todos somos culpables porque no hemos sido capaces de tener esa visión común, esos objetivos comunes para el desarrollo del corredor. Y digamos que, por actores, la administración que cree que su proyecto es mejor que el otro y cada cuatro años lo cambiamos”, como lo explica Mauricio Rico, gerente de Corposéptima.

Ahí parece estar el único consenso en medio de todos los desacuerdos. El karma de la carrera séptima se debe al vicio político de querer frenar los proyectos opuestos a cada administración.

“Bogotá a nivel internacional, es de las pocas ciudades donde el manejo de los proyectos a mediano y largo plazo dependen de la alcaldía” “si nosotros como ciudadanía, y los gremios como la sociedad colombiana de ingenieros, nos permiten estar en las decisiones de los proyectos de infraestructura de Bogotá, creo que se garantizaría que las obras que se diseñen y se piensen realmente se ejecuten”, asegura Germán Pardo Albarracín, presidente de la sociedad colombiana de ingenieros.

Para superar esos intereses particulares el plan debe ser integral, según Sebastián Rojas, vocero del comité ‘Defendamos la Séptima’: “Lo que se ha planteado hasta ahora no sirve, sobre la séptima se tiene que diseñar teniendo en cuenta todas sus particularidades y diferencias a lo largo del trayecto, su historia, su patrimonio, su papel dentro de la movilidad dentro del borde oriental y su papel ambiental” “todos los proyectos se han hecho espaldas de la ciudadanía, consultándole, si acaso, asuntos sin relevancia”.

El corredor verde y el metro

El nuevo modelo para transformar la carrera séptima, del que no se conocen los detalles y tampoco un cronograma que garantice su ejecución para blindarlo de un revés en futuras administraciones, promete, por ahora, ser un corredor sostenible que conservará el patrimonio y se alineará con el metro de Bogotá.

“Se aprobó la mejor propuesta para el corredor verde, porque fue reconociendo la voz de la ciudadanía, de los concejales y concejalas que habían trabajado en este tema y reconociendo la experticia de la administración y su capacidad de escucha. Ya no van a existir estaciones gigantes, ya no van a tener que afectar las construcciones que son patrimonio de la séptima, va a ser un bus absolutamente sostenible, eléctrico que no va a polucionar esta ciudad. Y además no nos van a cobrar una multa y nos ahorramos una cantidad de plata ahí”, señaló el concejal de la Alianza Verde, Diego Cancino, a favor de la nueva iniciativa.

Sin embargo, la concejal Lucía Bastidas, también del Partido Verde, de la misma alianza de la alcaldesa Claudia López, cuestiona el nuevo proyecto y defiende la troncal de Transmilenio por la séptima - propuesta por Enrique Peñalosa en la pasada administración – con el argumento de que es un riesgo financiero para la primera línea del metro de Bogotá. “Es un desastre para la ciudad porque la troncal de la carrera séptima hacía parte de la viabilidad financiera del proyecto para el Metro de Bogotá. Es la cofinanciación que ponía el distrito para que el gobierno de el 70% de la cofinanciación de la primera línea del metro”, puntualizó.

Frente a esto, el presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, Germán Pardo Albarracín, reveló que han recibido algunas propuestas de arquitectos urbanistas para conectar las estaciones del metro, a cierta altura, con el nuevo corredor para generar nuevos espacios de desarrollo. Pardo agregó que sin Transmilenio por la carrera séptima aumentará la demanda de pasajeros en el metro de Bogotá.

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