Análisis: diálogos con el ELN y la sombra sobre dos de los países garantes

Foto: archivo Noticias RCN

El Gobierno anunció recientemente la reanudación de diálogos con el ELN y la designación de los países garantes para este proceso.


Laura Alturo

oct 04 de 2022
08:51 p. m.

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La reanudación de diálogos con el ELN tiene fecha. Según se conoció este 4 de octubre, los delegados del Gobierno Nacional y del Ejército de Liberación Nacional estarían listos para retomar la agenda conjunta durante la primera semana de noviembre.

Con Cuba, Venezuela y Noruega como garantes, el grupo guerrillero se sentará a dialogar sobre los puntos acordados en el 2016, cuando se estableció este nuevo proceso durante el Gobierno Santos.

Esta noticia llega en medio del restablecimiento de relaciones con Venezuela y de la reunión entre el presidente Petro y el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken; un encuentro en el que la paz y la lucha contra el narcotráfico fueron los principales temas sobre la mesa.

Sobre los países garantes hay todo un tema, pues basta con recordar que Cuba se encuentra en la lista de países patrocinadores del terrorismo desde el 2021, y que la legitimidad del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela ha sido fuertemente cuestionada y desconocida por Estados Unidos. 

Ahora, en el marco de su reunión con Blinken,Petro fue categórico al calificar como “injusta” la decisión sobre Cuba, mientras que la respuesta del secretario estadounidense fue simple y llanamente: “lo tendremos que revisar”. 

Pero, ¿será posible que EE. UU. elimine a Cuba de su lista negra, ahora que volverá a ser sede garante de un nuevo proceso de paz en Colombia?

Jaime Arrubla, exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia y abogado, calificó esto como un “punto complicado” que podría significar una mala imagen para el proceso de paz que busca el Gobierno Petro. Además, estableció que se sumaría a uno de los “puntos neurálgicos” para Estados Unidos en medio de este proceso de paz, en el que también tendrían que consensuar aspectos sobre la lucha antidrogas.

Por su parte, Fernando Rojas, politólogo con doctorado en Historia, manifestó que considerar a Cuba como un garante del proceso “no es algo descabellado”, ni generaría un problema diplomático entre Colombia y Estados Unidos. No obstante, recalcó que la posición del Gobierno Biden podría estar inclinada dependiendo de la narrativa que use el Gobierno colombiano para explicar el fondo de lo que se busca con este proceso de paz.

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Es pretencioso creer que se va a cambiar la relación entre Cuba y EE. UU.

Además, Rojas insistió en que si bien es un proceso difícil, Colombia no se puede poner a “resolver los problemas del mundo”, sin antes prestar atención al problema del conflicto interno.

El futuro de la paz con el ELN

Sobre el retorno de los diálogos con la delegación del ELN, que pareciera contar con el respaldo de Estados Unidos y de la comunidad internacional, ambos expertos coincidieron en que el papel de Venezuela podría ser determinante, debido a la conocida cercanía que ha tenido su régimen con algunos cabecillas de esta guerrilla presentes en su territorio.

Para Arrubla, lograr la paz con el ELN disminuiría el “desgaste” de ambos países, debido a lo que representa la guerra en términos de inversión y asuntos políticos. Además, aseguró que, si bien el ELN carece de cualquier fin político en este momento, los esfuerzos por la paz terminarían beneficiando a Colombia y Venezuela si se tiene en cuenta la migración de las guerrillas al territorio fronterizo.

Si se logra el cese al fuego hay un ahorro político. Nos comemos el cuento de que son grupos políticos para hacer el proceso de paz, pero hay que reconocer que de eso les queda muy poco y esta es la última oportunidad que tienen. En el fondo no es una lucha por el poder, sino que son grupos delincuenciales explotando la actividad del narcotráfico.

Cabe resaltar que desde el proceso de paz con las extintas Frac, las zonas que eran controladas por dicha guerrilla quedaron a disposición de otros grupos narcotraficantes y del ELN que se extendió a dichos territorios. Posteriormente, este grupo migró hacia zona fronteriza, como una opción para huir y esconderse de los ataques de la Fuerza Pública en Colombia.

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En esta retoma de los diálogos, Venezuela cumplirá un papel fundamental y al parecer estratégico, que estaría entre su necesidad de paz y la cercanía de su régimen como un punto a favor para negociar con los cabecillas del ELN.

“Es un gesto de cordialidad del presidente Petro invitar a Venezuela a ser parte de esto, el mensaje es político (...) Que se restablezcan las relaciones con Venezuela no significa que no haya una lucha contra las drogas y el terrorismo”, agregó Rojas.

Narcotráfico y Estados Unidos

Uno de los puntos claves de la relación con Estados Unidos ha sido siempre la lucha contra las drogas, la bandera de los diferentes gobiernos norteamericanos que se acercan a Colombia para intentar frenar la producción y exportación de cocaína hacia su territorio, en donde las cifras de muertes por sobredosis son cada vez más altas.

Con la llegada de Petro al poder se supone un nuevo punto en esta conversación, pues el discurso del presidente colombiano va dirigido hacia un “fracaso” rotundo de esta guerra antidrogas en Colombia y América Latina, algo que Estados Unidos parece estar en la disposición de dialogar.

Sin embargo, la relación del narcotráfico y la paz es sumamente estrecha, pues se sabe que la mayoría de los grupos delincuenciales del país, a los que se llama a negociar, se sostienen en gran parte por el tráfico de drogas, y el ELN pareciera no ser la excepción.

Según Jaime Arrubla, “sostener que el ELN y las disidencias de las Farc son grupos que pretenden el poder político en defensa de las clases desfavorecidas no es solo una ilusión, es una ingenuidad”, pues para el experto es claro que el narcotráfico, la delincuencia, la extorsión y el secuestro hacen parte de las prácticas ejercidas por esta guerrilla.

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En consecuencia, afirmó que para continuar los diálogos con el apoyo de Estados Unidos, tendría que haber una “conversión ideológica” que permita “entender que son grupos de acción política cuando en realidad no lo son”. 

Puede que lo hagan, ya lo hicieron con las Farc, se hicieron los de la vista gorda y toleraron el proceso, pues para nadie es un secreto que eran un grupo de acción narcotraficante cuando inició. Ahora puede que lo hagan otra vez con el ELN, es un sacrificio en la lucha contra los carteles del narcotráfico.

Por su parte, Fernando Rojas concibe el problema desde lo que ha hecho el Gobierno Petro para demostrar acciones alternativas que permitan abordar de manera diferente el tema de las drogas con Estados Unidos. Además, el experto insistió en que la tarea del mandatario colombiano será explicar con claridad qué es la paz total y cómo se va a reemplazar el narcotráfico en territorios en los que se ha convertido en una práctica enquistada para el sostenimiento de comunidades y grupos al margen de la ley.

Va a ser esencial demostrar lo que se aprendió de los errores cometidos con las Farc, tener un consenso nacional que logre que el proceso tenga más respaldo y legitimidad y eso pasa por las drogas. La gente sabe que el ELN es dependiente del narcotráfico, así como varias organizaciones que entrarían en este proceso (...) entonces el Gobierno no puede creer que con desarmar a una organización, va a desaparecer el narcotráfico, eso sería ingenuo.

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