Argemiro Hernández: adiós a un amigo que llevaremos siempre en el corazón
Nos dejó las lecciones de elegancia, sus tertulias de salsa, sus análisis sobre su Millonarios del alma y el recuerdo que hoy es dolor porque ya no está.
Noticias RCN
10:07 a. m.
La tragedia del covid-19 nos toca a todos. En Noticias RCN lamentamos informar que nuestro compañero Argemiro Hernández, camarógrafo de estudio, perdió la batalla contra el coronavirus. Sentimos profundamente su partida y enviamos el abrazo de condolencia a su familia.
Argemiro tenía más de tres décadas de experiencia, siempre en los medios de comunicación más importantes del país.
De entre todos los azares que le planteó la vida y el periodismo de televisión, hubo uno que Argemiro Hernández no pudo sortear: el de la pandemia por coronavirus. Y contar su historia, la de Arge, es contar también la de la televisión en Colombia.
En los viejos 80 se le empezó a ver en la brega de la reportería, cámara y calle. Y desde el primer momento, quedó claro el que sería uno de sus sellos personales toda la vida: la elegancia natural e impecable.
Ese joven tan bien ataviado y puesto empezó a hacer camino al andar en el mundo de las imágenes, es decir, empezó a ser testigo de la historia.
Fue uno de los atrincherados que huyó de las balas en días de horror de la toma del Palacio de Justicia, y años después como corresponsal en Nueva York, vivió aquella mañana en la que un manto de muerte cubrió la gran manzana en el atentado a las Torres Gemelas.
Pero de la calle, el ruido y el peligro pasó a los ojos agudos y rápidos de los estudios de televisión. Siempre el mismo, porque Argemiro Hernández era un hombre sin dobleces y por eso siempre estaba listo y sonriente.
Siempre listo como modelo de gráficos, de comerciales y como amigo y compañero en una casa que hoy siente con dolor profundo su partida.
Nos dejó además de las lecciones de elegancia, sus interminables tertulias de música salsa, sus análisis siempre ponderados sobre su Millonarios del alma y el recuerdo intenso que hoy es dolor porque ya no está.