Así fueron las últimas horas de vida de Valeria Valencia, asesinada en Cali

Valeria Valencia Osorio nunca imaginó que el deseo de estar con un hombre extranjero que había llegado hace aproximadamente un año al barrio Belisario Betancourt de Cali, sería su sentencia de muerte.

Aunque para su familia no era bien visto que Valeria frecuentara a esta persona, ella insistentemente argumentaba que él y su amigo “son muy buena gente conmigo”. Con el paso de los días, se fue dando una relación entre ambos. Pese a que no era una persona confiable para ellos, decidieron aceptar que lo intentara y que se diera cuenta que no le convenía.

Pero de un momento a otro, todo cambió y Valeria le dijo a su tía “yo ya no quiero tener nada con ese hombre”. Al preguntarle qué había pasado solo le dijo que era celoso.

Leidy Osorio, tía de Valeria, comenzó a buscar un motivo para el cambio de parecer de su sobrina, sin embargo, escudriñando entre lo que había pasado en esas últimas semanas pensó:

Le daba pena presumirlo, ella nunca montó fotos con él en el Facebook, ni en WhatsApp

Con incertidumbre de lo que pudo haber ocurrido entre ellos, los días fueron pasando y él seguía insistiendo en que le diera una oportunidad. Incluso llegó a escribirles a las amigas, además de ir a su casa y pedirle a la madre de Valeria que intercediera por él para que regresaran.

Esta situación se hizo incómoda, hubo escenas en las que le pedía perdón frente a su familia, de manera recurrente, pero fue hasta el pasado 21 de marzo cuando pasó por última vez. Ese día, 48 horas antes del crimen, no solo fue a su casa, sino que habló con la madre y le pidió perdón: 

Yo no le voy a hablar de la relación, yo solo le vengo a decir que por favor me perdone

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Las últimas horas de vida de Valeria Valencia

Valeria estuvo en el colegio ese jueves 23 de marzo, en horas de la tarde estaba sentada en la sala de su casa cuando le llega una nota de voz del celular una de sus mejores amigas, quien era la concubina del compañero de su exnovio.

Quien hablaba era la pareja de la menor, pues le decía que necesitaba un favor suyo. Que por favor buscara a su hija (con otra mujer) porque él y su amiga no podían. 

Eventualmente, Valeria la cuidaba, “era muy apegada a los niños”.

Ella le comentó a su madre y no estuvo de acuerdo con que saliera a esa hora, pero ella insistió y finalmente le dijo: “bueno, vaya, pero lleve la sombrilla porque cómo se va a traer a esa niña serenándose”.

5:50 p.m. del día del crimen:

“Ella sale y se devuelve a ponerse un saco blanco porque estaba serenando”

El mensaje que había recibido Valeria minutos antes decía que debía buscar a la niña en la Avenida Ciudad de Cali, una zona no tan lejos de su residencia. “Ella se llevó el celular y acostumbra a avisarle a la mamá cuando llegaba a algún lugar”.

Ese día las cosas fueron diferentes, y Valeria no escribió. 

6:00 p.m. del día del crimen:

Aproximadamente, a esta hora, Valeria saliendo del barrio Belisario Betancourt iba en compañía de su amiga y la pareja, esta información la habría aportado un vecino.

7:00 p.m. del día del crimen::

Una corazonada de su madre la llevó a ir a la casa donde vivía la amiga de ella con el compañero del exnovio, quienes le habían pedido el favor de recoger a la niña, para saber dónde estaba y por qué no contestaba el celular, pero no estaban. Una prima de la amiga abrió la puerta y delante de la madre la llamó y le preguntó, pero no hubo una respuesta. Según, no sabían nada.

7:30 p.m. del día del crimen::

Minutos más tarde, la pareja llegó y al ser increpada por la madre de Valeria negaron saber dónde estaba.

Pero alguien vio que Valeria salió de su casa y se fue con la pareja. Con esta información, no tuvieron más remedio que decirle que sí se fueron con ella hasta Los Mangos, otra zona de Cali que no coincide con la ubicación donde iba a buscar a la niña.

“Dicen que la dejaron ahí y ellos se fueron”.

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8:00 p.m. del día del crimen:

En el lapso de estas dos horas no se sabe qué pasó, exactamente, solo que fue vilmente asesinada con arma blanca. Se desconoce cómo Valeria llegó al centro comercial Río Cauca, donde ocurrió el crimen.

Su cuerpo fue encontrado con múltiples heridas en el cuello, rostro, pecho, espalda y una mano, a escasos metros del concurrido lugar.

Imágenes que fueron difundidas en redes sociales evidencian las condiciones en las que fue encontrada.

La estudiante fue ingresada al hospital López, y allí, al parecer ingresó sin signos vitales. 

10:00 p.m. del día del crimen:

Valeria fue declarada muerta y trasladada a la sede de Medicina Legal de Cali.

2:00 p.m. del día siguiente:

A través de las huellas dactilares confirman la identidad del cuerpo apuñalado que ingresó la noche del 23 de marzo.

4:30 p.m. del día siguiente:

Una prima de Leidy que trabaja en Medicina Legal de Bogotá fue quien dio con el paradero de la joven. Con el reporte de desaparición que difundió la familia a través de redes sociales, la funcionaria cotejó los datos aportados por Leidy, y se ubicó el cuerpo de Valeria en morgue de Medicina Legal de Cali. 

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