Bogotá lanza ambicioso programa ‘Sin Hambre 2.0’ para combatir la inseguridad alimentaria
El nuevo plan busca reducir a la mitad la inseguridad alimentaria severa en la ciudad para 2027, con un enfoque integral en la oferta y demanda de alimentos.
Noticias RCN
10:28 a. m.
En un escenario donde la abundancia de alimentos contrasta con una alarmante crisis de hambre, Bogotá se enfrenta a un desafío que demanda soluciones inmediatas.
A pesar de concentrar cerca del 35% del suministro nacional de alimentos, la capital colombiana sigue siendo testigo de la inseguridad alimentaria, afectando a un cuarto de su población.
Según datos de 2022, el 4,2% de los bogotanos vivían en condiciones de hambre severa, lo que equivale a aproximadamente 340,000 personas.
Bogotá lanza ambicioso programa ‘Sin Hambre 2.0’
Este martes 20 de agosto, la administración distrital encabezada por Carlos Fernando Galán, ha anunciado la implementación del programa "Bogotá Sin Hambre 2.0", una estrategia integral diseñada para erradicar la inseguridad alimentaria en la ciudad.
Este ambicioso plan tiene como objetivo principal reducir a la mitad la tasa de inseguridad alimentaria severa para 2027, pasando del 4,2% actual al 2,2%.
El programa se estructurará en dos ejes principales: la mejora de la oferta y la respuesta a la creciente demanda de alimentos.
Para fortalecer la oferta, la Secretaría de Desarrollo Económico liderará la creación de 35,000 nuevos espacios de comercialización a través de mercados campesinos, lo que representa un aumento del 12% en comparación con la administración anterior.
Además, se proporcionará asistencia técnica y comercial a 5,000 actores del sistema de abastecimiento y distribución de alimentos, y se intervendrán 17 plazas de mercado para mejorar su infraestructura y funcionamiento.
Bogotá sin hambre dará apertura a 50 nuevos comedores comunitarios
En cuanto a la demanda, bajo el liderazgo de la Secretaría de Integración Social, se abrirán 50 nuevos comedores comunitarios, incrementando el total a 165 en toda la ciudad.
Esta medida permitirá ampliar el número de beneficiarios de 77,000 a 109,000 al final del cuatrienio. Asimismo, se rediseñarán los programas de transferencias del distrito, incrementando el valor promedio de las ayudas a las familias en situación de pobreza extrema.
Otro punto clave del programa es garantizar la alimentación adecuada de los niños y niñas en Bogotá y para esto, la Secretaría de Educación se ha comprometido a proporcionar alimentación saludable al 100% de los estudiantes, sirviendo 909,000 raciones diarias a través del Programa de Alimentación Escolar (PAE).
Además, se aumentará el porcentaje de raciones de comida caliente del 39,6% al 55%, lo que equivale a cerca de 490,000 raciones diarias. También se construirán 30 nuevos comedores escolares, alcanzando un total de 242 en la ciudad.
"Bogotá Sin Hambre 2.0" también contempla una colaboración estrecha con el sector privado y organizaciones comunitarias para ampliar la oferta de programas alimentarios.
La primera dama lidera la iniciativa "Misión Nutrición Bogotá", que en su primera fase ha impactado a más de mil niños en localidades como Kennedy y Santa Fe, con la entrega de 14 toneladas de alimentos.
La segunda fase, que inicia en septiembre, busca beneficiar a 1,300 niños adicionales y fortalecer alianzas con empresas como Ara, Éxito, Alquería, Bimbo, Rappi, y la Cruz Roja.
En total, el Gobierno distrital planea invertir 4,6 billones de pesos en este programa, con 3,6 billones destinados al PAE y más de 981,000 millones a bienestar alimentario. Esta inversión se complementa con 1,6 billones adicionales para el programa de ingreso mínimo garantizado.
De otra parte, la administración distrital aclaró su decisión de no participar en la convocatoria nacional para los llamados puntos de abastecimiento solidarios, argumentando que la visión del Gobierno Nacional no se alinea con las necesidades específicas de Bogotá.
"Bogotá necesita programas bien estructurados y sostenibles", afirmó el alcalde, enfatizando que este no es el momento para soluciones improvisadas.
Finalmente, el compromiso de la ciudad es claro: nadie en Bogotá debe acostarse con hambre.El hambre, dicen las autoridades, es también una forma de violencia, y la erradicación de este flagelo es un propósito que une a todos los bogotanos, más allá de las diferencias políticas.