El Buque Gloria llegó con honores a Kiel, Alemania

El Buque Gloria llegó a un nuevo destino. Esta vez se encuentra en Kiel, Alemania, en donde estará estacionado durante estos días y la tripulación disfrutará del festival de verano más importante de Europa.

Al igual que en los otros siete puertos, el Buque fue recibido por una gran cantidad de colombianos y se vivió una jornada de felicidad y satisfacción.

La emoción fue la sensación protagonista en la llegada del Buque Gloria a Kiel, Alemania

Una vez el Buque Gloria se fue acercando, los colombianos que residen en Kiel comenzaron a desplegar banderas de su país natal, a ponerse sombreros volteados y a lucir camisetas de la Selección. Además, hicieron sonar el himno y lo cantaron junto a la tripulación a todo pulmón.

En esta jornada, los estudiantes del Buque vivieron un momento inolvidable porque después de estar practicando en altamar, pudieron subir los andariveles de la embarcación y brindarles un espectáculo único a todos los ciudadanos que se acercaron a recibirlos y felicitarlos por las gestas conseguidas.

Pero, el capitán Héctor González, segundo comandante de la embarcación, también disfrutó de un día inolvidable

El encargado de la disciplina y el orden del Gloria cumplió un año más de vida durante su llegada a Kiel, Alemania. Ese acontecimiento lo recibió como un gran regalo, teniendo en cuenta que se enamoró de la Armada hace 17 años y se propuso dejar un legado histórico.

En este instante de su vida, el capitán Héctor González puede decir con orgullo que ha cumplido su objetivo. De hecho, en el año 2000 sus compañeros lo reconocieron como el mejor cadete y en el 2012 tuvo la oportunidad de ser el jefe de embarque del crucero.

El camino ha estado lleno de sacrificios porque, en muchas ocasiones, le ha tocado ver a sus hijos crecer desde la lejanía. Sin embargo, lo llena de felicidad saber que están sanos y llenos de felicidad.

Una de las etapas que el capitán Héctor González no cambia por nada es cada vez que llega a un puerto. La razón es que ahí es donde puede reencontrarse con su familia, sentirlos de cerca y volver a recargarse de energías para continuar con las travesías.

“Lo estamos logrando, lo hacemos en equipo y todo nos está saliendo muy bonito. Estamos disfrutando esto y ellos también han estado presentes en cada uno de los traslados”.

“A mi papá le tengo mucha confianza, él para mí es muy importante y una de las personas que más amo en el mundo”, concluyó su hija.

Y es que el Buque Gloria es un motivo de orgullo para la familia porque consideran que es una de las oportunidades más importantes para mostrarle al mundo el gran valor que tiene Colombia. Por eso, todos lo entendieron y lo acompañaron cuando él les manifestó que iba a ser parte de la tripulación que hoy en día está haciendo historia.

“El Gloria es una meta cumplida, lo soñé sin ambicionarlo y siempre me ha generado muchas sensaciones. Mi esposa lo entendió y se alegró a pesar de que sabía que íbamos a estar un poco distantes”, reconoció el capitán González.