Capturadas dos personas que se hacían pasar como disidentes de las Farc para extorsionar en Bogotá
Los señalados criminales se identificaban como miembros de la Segunda Marquetalia. Las autoridades entregaron detalles sobre su accionar delictivo.
Noticias RCN
01:55 p. m.
La Policía de Bogotá capturó a dos personas que se hacían pasar como miembros de la Segunda Marquetalia para extorsionar comerciantes.
Así extorsionaban a los comerciantes
Durante un mes, las autoridades le hicieron seguimiento a los dos señalados criminales. A través de interceptaciones telefónicas, denuncias, búsquedas en bases de datos, fotografías y videos; la Policía les dio punto final.
En medio de la operación, fueron incautados dos celulares, fotografías de las víctimas y sus comercios. Todo el material quedó en manos de las autoridades judiciales.
La primera persona capturada fue alias ‘Andrey’. Él se encontraba en el barrio Santa Fe, localidad de Mártires. Al momento de allanar el inmueble donde estaba, los policías se sorprendieron cuando vieron que tenía un brazalete electrónico del Inpec.
‘Andrey’ estaba en detención domiciliaria por el delito de hurto calificado y agravado. Según reveló la Policía, presuntamente coordinaba las extorsiones en su casa, mediante videollamadas amenazantes.
En los videos, ‘Andrey’ aparecía junto a supuestos miembros de la Segunda Marquetalia, grupo armado vinculado a las disidencias de las Farc.
Se hacían llamar ‘Andrey’ y ‘Luis’
“Alusivos a la Segunda Marquetalia, donde aparecían personas con uniformes pixelados y armamento largo (fusiles), los cuales se identificaban como miembros de grupos armados al margen de la ley”, reveló la Policía sobre el contenido en los videos.
La otra persona capturada fue identificada como alias ‘Luis’. Su detención se hizo efectiva en el barrio Candelaria, localidad de Ciudad Bolívar. Las autoridades revelaron que su accionar criminal data de hace una década.
‘Luis’ habría tomado fotografías de las residencias donde vivían los comerciantes. Asimismo, presuntamente les hacía seguimiento. Las extorsiones eran ‘impuestos de guerra o cuota’, y podían llegar a ser de $600 millones.
Cuando los comerciantes no cumplían con la entrega del dinero, eran blanco de atentados.
Las videollamadas iban acompañadas de mensajes amenazantes. Uno de ellos decía lo siguiente: “Reciba un fraterno saludo por parte de la comunidad móvil Arturo Ruíz Segunda Marquetalia. Se les está haciendo el llamado para que se acerquen a dialogar con nosotros de la mejor manera posible para que lleguemos a un acuerdo sobre el impuesto de guerra”.
“De no acatar el llamado no respondemos por los daños que se les puedan causar por parte de la organización, si no responden por las buenas, nos toca por las malas. Yo creo que por las malas pierden son ustedes”, esta era la clase de amenazas.
Los mensajes tenían las fotografías que los criminales habían tomado. Incluso, en muchos casos, daban información sobre los familiares de las víctimas, como lo eran los lugares que transitaban o detalles de la profesión.