Chiribiquete amenazado: la destrucción de un lugar que debería ser un santuario
Deforestación, cultivos ilícitos y laboratorios de procesamiento de pasta base de coca en este parque nacional.
El Parque Nacional Natural Sierra de Chiribiquete, ubicado en la región amazónica de Colombia, abarca más de 4 millones de hectáreas distribuidas entre los departamentos de Caquetá y Guaviare. Este tesoro natural es uno de los 65 parques nacionales de Colombia, y su rica biodiversidad lo convierte en un santuario de flora y fauna, así como en un sitio de importancia cultural e histórica. Sin embargo, este paraíso se encuentra bajo una grave amenaza: el narcotráfico.
Desde hace varios años, grupos armados ilegales han invadido áreas protegidas de la selva amazónica para sembrar cultivos ilícitos de coca y establecer laboratorios para la producción de cocaína. Estos grupos, asociados a bandas criminales y estructuras como las de Iván Mordisco, han hecho del parque un escenario de actividades ilegales que afectan tanto al ecosistema como a las comunidades cercanas.
En una reciente operación llevada a cabo por la Dirección de Carabineros y Protección Ambiental, junto con el Grupo de Operaciones Especiales (COE), las autoridades se adentraron en la vasta selva de Chiribiquete. La misión: desmantelar laboratorios de cocaína y puentes de comunicación utilizados por los grupos ilegales. Este operativo es parte de los esfuerzos del gobierno colombiano por erradicar las actividades ilícitas en el parque y proteger la biodiversidad.
Evidencias encontradas
A medida que el equipo de seguridad avanzaba por la espesa vegetación, encontraron evidencia clara de la ocupación ilegal: campamentos improvisados y campos sembrados con cultivos ilícitos. Estas actividades, además de fomentar el narcotráfico, están devastando el ecosistema único del parque, afectando gravemente la flora y fauna endémica. La caza ilegal también se ha sumado a los problemas, poniendo en riesgo especies vulnerables.
El operativo continúa mientras los hombres de las fuerzas especiales rastrean otros puntos críticos del parque. Sin embargo, enfrentan desafíos constantes. Las difíciles condiciones geográficas y la presencia de grupos armados hacen que la lucha por la protección de Chiribiquete sea una tarea ardua y peligrosa. A pesar de los esfuerzos, el narcotráfico sigue siendo una amenaza persistente en esta joya natural colombiana.
¿Qué dice el gobierno sobre esta situación?
El Gobierno ha expresado su firme intención de recuperar y proteger estas áreas. El parque de Chiribiquete, más allá de su riqueza natural, es un símbolo de la lucha por la preservación ambiental frente a la presión de las actividades ilícitas. Las autoridades continúan trabajando para eliminar cualquier rastro de narcotráfico en este y otros parques naturales de Colombia, en un esfuerzo por salvaguardar el futuro de la biodiversidad y mantener intactos los ecosistemas amazónicos.
Parte 2 | Chiribiquete amenazado: la destrucción de un lugar que debería ser un santuario
Mientras la Policía intenta contener los cultivos de coca en el parque natural Chibiriquete, decenas de campesinos se oponen, reclamando por sus derechos.
En este santuario ecológico está prohibida cualquier actividad que atente contra la flora y fauna, pero muchos habitantes de los alrededores quedan en la mitad de las acciones contra el narcotráfico.
En la zona, las autoridades detonan puentes que utilizan grupos criminales y organizaciones ilegales para el paso de mercancías ilícitas por los distintos senderos del parque natural.
El equipo periodístico de Noticias RCN evidenció cómo la comunidad arremete contra uniformados de las Fuerzas Militares. Integrantes de la autodenominada Guardia Campesina manifiestan que los cultivos son para “sustento de la familia”.
Denuncian también un completo abandono del Estado porque nadie los ha ayudado, y están en desacuerdo por las acciones de las autoridades en los mencionados puentes.
Los campesinos que desde hace unos años habitan el parque, ahora impiden los operativos contra el narcotráfico.
“El problema es que ellos vienen a dañarnos la carretera”, dijo otro integrante de la Guardia Campesina, que argumenta que las usan para sacar “la leche y el queso”.
Algo inusual está en poder de los campesinos: radios de comunicación que dejan oír mensajes intimidantes.
“Al soldado que vayamos matando lo vamos enterrando de una vez”. ¿Quién da las órdenes en Chiribiquete?
Parte 3 | Chiribiquete amenazado: la destrucción de un lugar que debería ser un santuario
Stephanie Bates mostró cómo campesinos evitaban el aterrizaje de helicópteros en la reserva natural del Chiribiquete, pero ¿qué pasó después? En esta tercera entrega les contamos el desenlace de los enfrentamientos entre la autodenominada Guardia Campesina y la Policía.
En un momento dado la población, incluso, encerró a los uniformados. Además, a través de los radios de comunicación se escuchó una escabrosa orden:
“En la juega que la intención es secuestrarla. A esa se la van a llevar”, decían, refiriéndose a Stephanie Bates.
Los campesinos aseguran que poseen títulos de propiedad y que son los legítimos dueños de las tierras dentro del parque nacional Chiribiquete, sin embargo, Parques Nacionales Naturales sostiene que es poco probable que quienes se asentaron en estas áreas cuenten con los certificados de propiedad. A pesar de esto, insisten en defender lo que consideran sus tierras.
“El problema más grave que tiene Colombia es que cuidar no es bueno porque no tiene valor, y no tiene valor porque no lo vemos”, manifestó el director de Parques Nacionales de Colombia, Luisz Martínez.
Uno de las quejas de los campesinos en el Chiribiquete es que no tenían opciones, inclusive para sus hijos, como colegios. Pero es de señalar que en estas zonas no puede haber este tipo de construcciones.
“Los colegios tienen que estar fuera y ellos al interior de la frontera agrícola en zonas donde es productiva su vida. Entonces, por fuera del área protegida, incluso en esta zona, hay zonas de desarrollo donde hay infraestructura, ocupación legal y bosques por cuidar”, explicó Luisz Martínez.
Tras varias horas de operativos se desmantelaron dos laboratorios de procesamiento de pasta a base de coca, y se destruyeron cinco puentes con los tramos de vía, los cuales fueron abiertos a través de la deforestación. Antes que la amenaza creciera contra ellos, los hombres de la Policía fueron retirados.