Cinco policías entre los capturados de una banda que cobraba 1.500 USD por tráfico de migrantes
Una operación de la Fiscalía en Ipiales reveló cómo la red ‘Los Mata Siete’, integrada por civiles y policías, cobraba hasta 1.500 dólares a migrantes para entregarles sellos y permisos falsos.
Noticias RCN
09:47 p. m.
La Fiscalía desmanteló una red criminal conocida como ‘Los Mata Siete’, presuntamente dedicada a extorsionar a migrantes en la frontera con Ecuador, simulando la legalización de su tránsito por el país.
En la operación fueron capturadas 12 personas, entre ellas cinco uniformados de la Policía Nacional.
Las investigaciones permitieron establecer que los migrantes, provenientes de distintas nacionalidades, eran contactados al cruzar el Puente Internacional de Rumichaca o al llegar al aeropuerto de Pasto.
Así operaban los policías y civiles de una red de tráfico de Migrantes
Inicialmente les ofrecían transporte a los migrantes hacia su destino, pero durante el trayecto el vehículo era interceptado por policías que, bajo el pretexto de revisar documentos, les exigían dinero a cambio de sellar pasaportes y entregarles tarjetas andinas de migración falsas.
En otros casos, los extranjeros llegaban a puntos estratégicos de Ipiales donde eran abordados por falsos integrantes de la Policía y de Migración Colombia, quienes les proponían la misma transacción ilegal.
Las tarifas cobradas por la red oscilaban entre 100 y 1.500 dólares por autorizaciones y sellos falsificados, siempre acompañadas de amenazas de deportación para presionar el pago.
Los ‘Mata Siete’ prometían a migrantes hacerlos llegar a EE. UU.
De acuerdo con la Fiscalía, los capturados fueron presentados ante un juez de control de garantías e imputados, según su presunta responsabilidad, por concierto para delinquir, extorsión agravada, simulación de investidura o cargo, uso de sello oficialmente regulado, fraude procesal y ocultamiento o destrucción de elemento material probatorio.
El juez dictó medida de aseguramiento en centro carcelario para siete de los implicados, entre ellos tres policías, mientras que los otros cinco continuarán vinculados a la investigación en libertad.
Según las evidencias, la estructura criminal operaba de forma articulada para dar apariencia de legalidad a los migrantes que buscaban llegar a Centroamérica y Estados Unidos.
La promesa de un tránsito seguro era respaldada con documentos fraudulentos, lo que no solo configuraba un delito, sino que ponía en riesgo la seguridad de los viajeros al exponerlos a detenciones posteriores en otras zonas del país.