Ciro Guerra, de ver películas en betamax a ser el primer colombiano nominado al Óscar
'El abrazo de la serpiente' compitió en la categoría de película extranjera.
Noticias RCN
04:58 p. m.
Tal vez nadie pueda negar el inmenso talento de Ciro Guerra como guionista y director de cine. Es posible que quien lo conozca tampoco pueda negar que una de sus características es su terquedad que raya en lo obsesivo. Y, tal vez, tampoco se pueda negar que, en parte, esa capacidad suya de no rendirse ante los obstáculos fue lo que lo llevó a ser el primer colombiano en recibir una nominación al Óscar por la película ‘El abrazo de la serpiente’.
Es que Guerra, de apenas 35 años, se empeñó en escribir un guion, en hacer casting sin la certeza de que los talentos hayan querido o podido hacerlo, se empeñó en buscar financiación para un proyecto de cine arte, raro, distinto, incluso producido en blanco y negro.
Él mismo se empeñó en contratar a un ejército de técnicos, en conquistar a los más duros de la realización para hacer realidad lo escrito en el papel. Se empecinó en el montaje, el orden y la selección de las mejores escenas. No paró hasta saber con cuál banda sonora iba a ambientar, con qué efectos o voces, y como si con eso no bastara, tampoco se echó para atrás a la hora hacer la promoción, divulgación y distribución de un filme suyo para cautivar a un público tan divergente como el actual.
Con su terquedad, tan incesante, paciente y silenciosa, como lo reconoce Cristina Gallego, su esposa, Ciro Guerra lo ha logrado ya siete veces.
Es decir que escribió, convocó casting, tocó puertas y terminó con cuatro cortos y tres largometrajes debajo del brazo. Dos de esas películas, ‘La sombra del caminante’ y ‘Los viajes del viento’, ya son clásicos del cine nacional pese a que no tuvieron la misma notoriedad que ‘El abrazo de la serpiente’, todos sin duda han sido el peldaño para ir construyendo el éxito del siguiente.
Ciro ha ido subiendo esos peldaños. Ahora está nominado al Óscar con ‘El abrazo de la serpiente’, pero antes ‘La sombra del caminante’ y ‘Los viajes del viento’ fueron alabadas por la crítica, y fueron seleccionadas o premiadas en grandes festivales de cine tan reconocidos y relevantes como los de Cannes, Tribeca, San Sebastián, Toulouse, Cartagena o La Habana.
Ambas obras ya reconocidas por el público y los expertos en el séptimo arte, pero con menos suerte que ‘El abrazo’ porque “para ganarse una nominación al Óscar hay que tener algo de suerte y la base de que la película debe ser muy buena”, asegura Mario Mitrotti, presidente de la Sociedad Colombiana de Directores Audiovisuales, parte de CISAC, máximo ente que gobierna los derechos de autor en el mundo y que este año escogió a Colombia como sede del congreso latinoamericano de directores audiovisuales.
“¿Te imaginas todas las presiones que hay en Hollywood?, no solo porque eres bueno, también por suerte, por el apoyo, la promoción y la decisión de los 6.600 personas que conocerán y votarán por tu película”, dijo Mitrotti sobre la postulación histórica de la cinta de Guerra.
Pero si “suerte” es una manera velada de querer decir que ‘El abrazo de la serpiente’ contó con el apoyo indicado de la gente indicada, en el momento indicado y en los certámenes de cine indicados como el Festival de cine de Cannes 2015 donde recibió el premio Art Cinema en la sección quincena de Realizadores, entonces Ciro, nacido en Río de Oro, Cesar, hace 35 años es un hombre muy afortunado.
“En este momento el cine colombiano está en una etapa del cine de autor, el primero que comienza a protegerse bajo la ley de cine que ya tiene más de 10 años. Este es más profundo, más reflexivo. Y si, ahora Colombia tiene que entrar más a todo el mercado del entretenimiento pero no hay que abandonar el cine de autor”, añade Mitrotti cuando hace referencia a la clase de obras en la que encaja Guerra.
El colombiano usa técnicas en las que se experimenta con las imágenes, las formas y los ritmos. En el cine arte, que esta vez está representado en la obra del cesarense, la clave está tanto en lo que se cuenta como cómo se cuenta y muchas veces el autor-director es el mismo guionista.
Otros conocedores del séptimo arte como Gonzalo Restrepo, escritor, historiador y crítico de cine, analizan con su propia mirada el buen momento por el que atraviesa el cineasta colombiano.
“No creo en la suerte de la nominación. El mercadeo de la película fue muy verraco, estuvo en los festivales en los que tuvo que estar y recibió los aplausos de la crítica en el mejor momento, el trabajo de marketing internacional fue precisamente para que la película tuviera una mayor sintonía con el mundo, pero un Óscar se da por talento y capacidad”.
Pero a juzgar por esa personalidad seria, introvertida, hermética que le atañen los que hablan de él, parece que Ciro Guerra le deja muy pocas cosas al azar.
Supo que el cine era lo suyo antes de los 6 años cuando por primera vez tuvo ese encuentro con la oscuridad, el silencio de un teatro, una pantalla grande y la legendaria cinta de los 80 que marcó a los de su generación ‘Volver al futuro’, de Robert Zemeckis.
Luego, a los 15 años, decidió que estudiaría cine cuando casi todos los chicos de su edad querían ser médicos o abogados y supo también que esa pasión sería alimentada con un hábito que ya hoy es un ritual y una manera segura de vencer el mal genio: ver al menos una película al día.
No importa si son buenas o malas, si son comerciales, de bajo presupuesto, de ficción y hasta de animación, como en efecto confirmó su esposa Cristina Gallego cuando le contó a NoticiasRCN.com que “hace poco nos vimos ‘Intensamente’ y hace tres años Rango. Le gustan mucho las de Pixar, a veces vamos con los niños, a veces solos”.
Álvaro Hernández Picón, primo hermano de Ciro, cuenta que lo de la película diaria no es una exageración. “Cada cumpleaños era un buen motivo para ver hasta tres películas en una tarde, ese era el mejor plan. Como no había cine en Río de Oro, de niños nos sentábamos en el piso de arena, en un garaje, y por 200 pesos veíamos películas en un betamax”.
Es una ironía que 20 años después ese mismo “pelaíto” al que no le importaba ensuciarse de tierra con tal de ver la última película que llegara a su pueblo hoy es uno de los artistas más mentados por la afición y la crítica de la industria cinematográfica mundial y que su más reciente producción haya sido premiada y reconocida en 18 distintos festivales de cine del planeta entero.
Sin embargo, pese esa gran resonancia que por estos días ha tenido su nombre, sus películas y ‘El abrazo de la serpiente’ poco logra salir de su cotidianidad y su realidad.
“Ha crecido mucho pero sigue siendo él, las referencias familiares, las vivencias en conjunto en Río de Oro, están en sus películas. Ahora está rodeado de cosas grandes pero su centro de imaginación es ese pequeño pueblo entre montañas, donde nació y creció en parte, a dónde vuelve cada fin de año, cada vez que puede”, describe su primo Álvaro.
Revelaciones de quienes están mucho más cerca de él y que, a diferencia de lo puede reflejar su imagen pública, lo definen como un ser muy familiar, amistoso, humilde, divertido, cotidiano.
“Sigue siendo un joven normal y tranquilo, que no se deja impactar por el éxito o el fracaso”, asegura Cristina Gallego, hoy madre de sus dos hijos y productora de sus películas, a quien conoció en la Universidad Nacional en Bogotá donde estudio sin terminar la carrera de cine.
Tan tranquilo es que una de las más recientes respuestas de Ciro a la pregunta de la agencia EFE de noticias sobre la opción de ganarse un Óscar simplemente se limitó a decir que “en lo personal, yo no tengo ninguna expectativa y creo que eso es sano”.
Y aunque eso sea lo que él cree, sus parientes, amigos, colegas y críticos piensan distinto cuando aseguran que tiene todas las posibilidades de ganarse el premio de la Academia al mérito, el máximo honor en el mundo del cine en la categoría a mejor filme de habla no inglesa.
“A pesar de lo fausta, colorida y exuberante de la naturaleza Ciro la puso a hablar como nadie lo ha hecho con una narración compleja y distinta a todo lo conocido”, comenta Álvaro Hernández.
“No la tiene tan fácil”, dice el crítico Gonzalo Restrepo. “La tiene un poco difícil con ‘El hijo de Saúl’ pero cuando vi ‘El abrazo de la serpiente’ por primera vez supe que era una obra maestra, el blanco y negro, la atmosfera de la película, excelente trabajo etnográfico. La gramática cinematográfica es perfecta”, agrega.
“Es la más completa que ha hecho como director, la historia, el manejo y la gran dificultad para lograrlo y él lo hizo muy bien”, apuntó Mario Mitrotti, de la Sociedad Colombiana de Directores Audiovisuales.
El Ministerio de Cultura también reconoció la labor de Ciro. Adelfa Martínez, directora de cinematografía de la entidad, alaba su proceso y el aporte de todos los involucrados en su creación.
“‘El abrazo’ es una película que cuenta con un trabajo muy juicioso, no solo de Ciro con todo su talento, sino también de la dirección de arte de fotografía, de los actores y que gracias a esto ha conquistado unos reconocimientos internacionales importantes en los principales festivales de cine del mundo”.
La estatuilla en la categoría a 'mejor película de lengua no inglesa' no fue dada a 'El abrazo de la serpiente', pero tuvo reconocimiento de la prensa y la crítica.