Conductor respondió con pistola en mano a limpiavidrios que lo amenazó con un cuchillo en Bogotá
Otros conductores se mantuvieron atentos al desarrollo de los hechos, cuando un arma de fuego entró en la ecuación.
Noticias RCN
12:01 p. m.
Se hizo viral en redes sociales el encuentro entre un limpiavidrios y un conductor de vehículo particular que, ante un desacuerdo por el servicio, generaron pánico al amenazarse con arma de fuego y un cuchillo, en plena vía.
El episodio fue registrado por otro conductor, en cercanías a la estación Santa Isabel, localidad de Los Mártires y, aunque ocurrió a inicios de mes, empezó a circular con fuerza los últimos días.
En la grabación se ve el momento en el que el limpiavidrios se acerca con disgusto y le enseña un cuchillo al conductor, que respondió abriendo la puerta y desenfundando un revolver para apuntarlo contra el suelo.
Conductor armado logró espantar al trabajador informal:
Tan pronto como vio el arma, el trabajador informal retrocedió y, aunque, por un momento, parecía haberse asustado, siguió insultando al conductor particular, a lo lejos.
El susto alcanzó a otros conductores que observaban atentos el desarrollo de la pelea desde sus vehículos; esperando que se mantuviera en la intimidación y no escalara al uso de armas.
En redes, algunos validaron la reacción del conductor, con comentarios del tipo: “Para un macho, otro más macho”, “Qué bien, ojalá le sirva de experiencia” , “Bravo, le puso estate quieto. Y otros sugirieron que era excesiva e, incluso, contraria a la Ley, de no contar con un permiso especial para el porte de armas.
La ira al volante podría requerir de ayuda psicológica, en algunos casos:
La ira al volante, en algunos casos, va más allá de un episodio de estrés por las complicaciones en la vía. Este fenómeno, conocido como “road rage”, genera estados emocionales de alta intensidad, en los que los conductores pueden enfrentarse a sentimientos de enfado, agresividad y frustración.
Además, especialistas en psicología sugieren que los episodios de ira pueden desencadenarse con mayor frecuencia en personas con una personalidad impulsiva o en situaciones en las que perciban la “invasión de su espacio personal” o la falta de tacto de un conductor, aprovechando el anonimato de su vehículo.