Crisis en Arauca: ¿por qué las disputas entre disidencias de las Farc y ELN?

Zozobra, miedo y desplazamiento forzado es lo que han provocado las disputas armadas entre disidencias de las Farc y el ELN por el control de ciertas zonas clave en el departamento de Arauca. En esta región de Colombia operan dos frentes de las disidencias, el Décimo y el 28, y el Frente de Guerra Oriental del Ejército de Liberación Nacional. 

La situación en Arauca 

Luego de la firma de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc, el ELN tomó el control territorial en el departamento, pero al conformarse las disidencias, resultado de quienes no estuvieron de acuerdo con lo pactado en La Habana, Cuba, y se reorganizaron como grupo delincuencial, volvieron los enfrentamientos en la zona fronteriza con Venezuela. 

El pasado domingo, 2 de enero, se desató un nuevo hecho violento entre el ELN y el Décimo frente de las disidencias en Botalón, zona rural de Tame, en Arauca. De igual forma, también ocurrieron enfrentamientos en Fortul, Saravena y Arauquita. El cruce de disparos dejó como saldo la muerte de al menos 23 personas y se habla de unos 50 desaparecidos. 

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La población civil ha sido la más afectada por estos repudiables hechos. Según Juan Carlos Villate, personero de Tame, “hay más de 3.000 personas desplazadas”.

Las disidencias y el ELN se han declarado la guerra abiertamente, asegura Villate

Por su parte, el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, asegura que, “según las cifras oficiales, hasta el momento se ha configurado el desplazamiento de aproximadamente 52 familias, de las cuales 6 se desplazaron el 2 de enero y 40 el 3 de enero en la tarde”.

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Arauca, zona estratégica para grupos ilegales 

Las condiciones geográficas de Arauca han convertido al departamento en zona estratégica para el financiamiento de los Grupos Armados Organizados (GAO) y las guerrillas que participan en el conflicto interno colombiano. La explotación petrolera, así como las rutas destinadas al narcotráfico hacia y desde Venezuela, son las principales razones de las confrontaciones. 

“Los enfrentamientos entre las Farc y el ELN son disputas territoriales por el control de los pasos fronterizos y del control de las rentas petroleras en el departamento de Arauca”, explica el profesor Gabriel Clavijo, politólogo de la Universidad Javeriana, magister en Estudios Políticos e Internacionales de la Universidad del Rosario, y docente universitario. 

Por este corredor, además, señala Clavijo, “se mueve el tráfico de migrantes y el tráfico de bienes muebles e inmuebles”. 

Venezuela, ¿de fortín a zona en disputa?   

Inicialmente, las disidencias se resguardaban en Venezuela para evitar el asedio del Ejército de Colombia. Posteriormente, encontraron en el vecino país la oportunidad para ejercer la delincuencia sin algún tipo de control. 

"Arauca y la zona fronteriza de Venezuela es muy importante dentro de los movimientos de los grupos ilegales, dentro de la conformación de bloques territoriales, en donde el ELN en las disidencias de las Farc están buscando afianzar el control para los tráficos y usufructo de las rentas ilegales, control también de extorsiones o de hechos delictivos contra la población civil”, señala Clavijo. 

Sin embargo, según el régimen de Nicolás Maduro, desde Venezuela se le empezó a hacer frente a la operación de las disidencias.  

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Cabe resaltar que no solo existe un grupo catalogado como disidencia, se desconoce el número exacto, pero existen más grupos disidentes de las Farc aparte de la Segunda Marquetalia, liderada por alias Iván Márquez y los abatidos ‘El Paisa’ y ‘Romaña’. A la Segunda Marquetalia se le señala de tener nexos con el régimen Maduro. 

Guerra entre disidencias 

El pasado mes de abril de 2021, una difícil situación se vivió en el sector de La Victoria, en el estado Apure, en Venezuela, hasta donde llegaron uniformados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana e integrantes de la Guardia Nacional. 

Los uniformados llegaron hasta ese punto limítrofe con Colombia con el objetivo de realizar operaciones contra el frente Décimo de las disidencias, al mando de alias Gentil Duarte, a quien señalan de la muerte en combate de ‘Romaña’ y ‘El Paisa’. Las disputas entre disidencias también son por las rutas del narcotráfico, mismas contiendas que sostienen con el ELN. 

¿La reacción de las autoridades y el Gobierno colombiano es insuficiente?  

“La reacción del Gobierno tiene dos vías: la primera, es el ataque frontal por medio de la Fuerza Armada, pero eso podría generar un pico de violencia y desestabilización en la región. Segundo, sería volver a establecer procesos de diálogo con el ELN si llegan a existir, pero los grupos de las disidencias de las Farc, todavía consideradas como grupos delincuenciales, tienen la acción de los correctivos y los dispositivos dispuestos por la ley para controlar este tipo de fenómenos de ilegalidad”, sostiene el profesor Gabriel Clavijo. 

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¿Y las comunidades, líderes sociales y población civil? 

Sin duda, la población civil es la más afectada en esta región, así como en otras donde se presentan este tipo de situaciones. 

“Lo que debe hacer el Estado es ejercer un control y una defensa férrea de la población civil, de las comunidades, de los líderes sociales, que son las principales víctimas de estas guerras territoriales entre estos grupos armados”, afirma Clavijo. 

Otro de los factores para contrarrestar la situación, que plantea el profesor Clavijo, es que “debe haber un despliegue de defensa militar y, sobre todo, garantía de derechos y protección de las comunidades civiles, las comunidades indígenas, campesinas y de las minorías dentro de estos territorios”. 

Instamos a estos grupos a respetar el Derecho Internacional Humanitario y dejar la población civil por fuera del conflicto armado, expresó la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la OEA 

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