“No pueden ser vistos como referentes morales”: defensora sobre exparamilitares gestores de paz
18 exjefes paramilitares fueron designados como gestores de paz. Entre ellos, están Salvatore Mancuso, ‘Don Berna’ o ‘HH’.
Noticias RCN
07:04 a. m.
La defensora del Pueblo, Iris Marín, se refirió sobre recientes hechos en el marco nacional. El primero tuvo que ver con la decisión de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de imputar a seis exintegrantes del secretariado de las Farc.
Imputación a exFarc
“El trabajo de la Sala de Reconocimiento de la JEP ayuda a entender más la magnitud del daño que el conflicto armado ha dejado en la infancia y adolescencia”, señaló la defensora.
Por otro lado, Marín hizo mención al reclutamiento de menores. Durante 2024, 282 niños, niñas y adolescentes han sido víctimas de esto, siendo el 50% jóvenes provenientes de comunidades indígenas.
La defensora cuestionó la decisión que tomó el Gobierno acerca de designar a 18 exjefes paramilitares como gestores de paz.
Entre los nuevos gestores hay máximos responsables de los crímenes cometidos por el paramilitarismo, como crímenes de guerra y de lesa humanidad condenables, no solo en el ámbito interno sino en el internacional. Algunos de ellos se acogieron a Justicia y Paz y fueron excluidos por continuar delinquiendo.
El mensaje de la defensora del Pueblo
Para Marín quedan algunas dudas alrededor de esta medida, tales como la confianza que se le da a los exparamilitares, el llamado a los que están privados de la libertad y el mensaje que se le envía a los que hoy cometen delitos comparables a los de la época.
En ese orden de ideas, la defensora señaló que, para que no haya reincidencia, se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- No modificar la situación jurídica de los exparamilitares ni brindar beneficios judiciales. Marín precisó que las garantías se reflejan en el cumplimiento de las penas que actualmente tienen.
- La gestoría de paz deberá desarrollarse bajo un plan preciso y público que pueda ser monitoreado.
- Las designaciones deben enfocarse en un compromiso claro con la verdad, justicia y reparación hacia las víctimas. Eso quiere decir que debe haber un reconocimiento público por parte de los excomandantes: “Con la cabeza gacha ante la justicia y víctimas. Ellos no son ni pueden ser vistos como referentes morales de la construcción de paz”.
Si queremos que quienes cometen crímenes hoy dejen de delinquir por los diálogos de paz, debemos exigir el cumplimiento de sus compromisos a quienes les dimos la oportunidad de paz en el pasado. Se los debemos a las víctimas de ayer y a las de hoy.