Desde la cárcel así era como alias Boyaco manejaba una red criminal: usaba menores para traficar droga

Eyder Alexis Castro, alias Boyaco, está recluido en la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, una prisión conocida por sus estrictos controles.

Sin embargo, a pesar de estar confinado en este centro penitenciario, considerado uno de los más seguros del país, las autoridades descubrieron que seguía dirigiendo desde su celda una amplia red criminal que abarcaba el tráfico de estupefacientes, amenazas a abogados y la colaboración con disidencias de las Farc.

Lo más impactante del caso es que este hombre habría estado instrumentalizando a menores de edad para cumplir funciones dentro de su organización.

Así era como alias Boyaco manejaba una red criminal desde la cárcel

Alias Boyaco, quien ya había sido procesado anteriormente por los delitos de concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes, se encontraba recluido en la cárcel de Cómbita, en Boyacá, con la intención de que su actividad delictiva quedara neutralizada.

Pero, a pesar de los controles y la vigilancia en este centro penitenciario, logró mantener una comunicación constante con sus colaboradores externos, empleando teléfonos móviles de contrabando.

Estas comunicaciones, interceptadas por las autoridades, fueron clave para descubrir que el narcotraficante no solo seguía operando su red desde la cárcel, sino que además lo hacía con total desparpajo, reclutando a menores de edad para mover droga y dinero.

¿Cómo fue descubierto alias Boyaco?

Durante meses, la Policía y la Fiscalía siguieron de cerca las operaciones de el sujeto, acumulando pruebas mediante grabaciones telefónicas que demostraron cómo este criminal seguía orquestando actividades ilegales desde su celda.

En una de las llamadas, Boyaco le da instrucciones a su cómplice, alias Pollo, sobre el uso de una menor de edad en el transporte de estupefacientes; con un lenguaje crudo y sin ningún rastro de empatía, insiste en que se utilice a una niña menor de edad para realizar una entrega:

La china es menor de edad y si le llegan a decir algo.

Alias Pollo, por su parte, muestra algo de preocupación por las posibles consecuencias de involucrar a una menor:

No es que usted para qué manda esa peladita menor de edad hu***, a vos te gustan los problemas.

Aun así, Boyaco insiste, afirmando que esa niña es la opción más "confiable" para la tarea.

Las grabaciones, que suman horas de conversaciones interceptadas, revelan no solo el control absoluto que alias Boyaco tenía sobre su organización, sino también la frialdad con la que manejaba a sus colaboradores y la facilidad con la que explotaba a niñas en riesgo para sus fines criminales.

Alias Pollo, quien actuaba como su mano derecha, también aparece en estas conversaciones tratando de ejecutar las órdenes del capo con cierto grado de reticencia, aunque finalmente accedía a las instrucciones que Boyaco le impartía desde la prisión.

Alias Boyaco usaba menores para traficar droga

El uso de menores como "mulas" o correos humanos no era una práctica aislada dentro de la estructura de Boyaco, pues las investigaciones detallan que el narcotraficante utilizaba a estas niñas, muchas de ellas provenientes de entornos vulnerables, para transportar pequeñas cantidades de droga o dinero a diferentes puntos de distribución.

En otro de los audios interceptados, Boyaco y Pollo discuten sobre la necesidad de enviar 500 mil pesos a una zona controlada por la guerrilla en el Cauca, utilizando a una menor de edad para evitar ser detectados:

"Es que toca mandar 500 mil con una de las dos porque eso es lo del impuesto arriba porque sino la guerrilla las deja por allá colgadas de las te**s”, dice Boyaco en referencia a los pagos que debían hacerle a las disidencias de las Farc para que permitieran el tránsito de los cargamentos de droga en la región.

Las autoridades también lograron identificar que el delincuente mantenía una estrecha relación con el frente Dagoberto Ramos, una de las disidencias más activas de las Farc, que operaba en el Cauca.

Finalmente, el operativo involucró a diversas agencias de seguridad, entre ellas el FBI, que brindó apoyo técnico y logístico a las autoridades colombianas. Los operativos, realizados en Bogotá, Cali, Tunja, Sogamoso, Cómbita y Chía, resultaron en la captura de ocho personas que formaban parte de la red liderada por Boyaco.

Cada uno de estos individuos jugaba un papel clave en la organización, desde la logística del transporte de la droga hasta la recolección del dinero en efectivo que era entregado a las disidencias.