Desgarrador relato sobre abuso y asesinato de la menor Salomé en Garzón, Huila
La familia de la niña le ofreció ayuda a Sebastián Mieles Betín, quien se había quedado desempleado, sin imaginarse la tragedia que vendría.
Noticias RCN
12:12 p. m.
El fiscal no pudo contener su dolor y le pidió al juez del caso, al finalizar la audiencia, que el único remedio para este hombre, el presunto autor del asesinato de la niña de 4 años en Garzón, Huila, era la cárcel: un castigo de 60 años tras las rejas.
Lo paradójico en este trágico caso, relato el fiscal, es que la muerte de Salomé se registró en la vereda Puerto Alegría, un lugar que ahora llora a su hija que no pudo defenderse de este criminal.
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Sebastián Mieles Betín llegó hace varios meses al corregimiento cerca a este municipio, tras haber sido contratado por un consorcio que realizaba varias obras de pavimentación en la vía. Pero, debido a la pandemia del covid-19 y las restricciones en la zona, perdió el empleo.
Sin dinero para regresar a la Costa, el hombre pidió la ayuda de la comunidad de Puerto Alegría para pasar unos días mientras le giraban un dinero para viajar.
Una acomedida familia campesina le tendió la mano por sus urgentes necesidades, pues, no tenía para comer y tampoco dónde dormir.
Pasaron varias dias y Sebastián Mieles Betín ya se encargaba de hacer algunos trabajos en la casa. De esta manera se ganó la confianza de la familia.
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Según la Fiscalía, el hombre, al notar que en este apartado lugar podía cometer sus fechorías y escapar si ningún problema, ideó un plan para apoderarse de la niña menor de la familia.
El sábado 11 de junio, este aprovechó que la niña estaba jugando en la casa y se la llevó para cometer, según, la Fiscalía, actos brutales que solo caben en la mente de un depredador sexual y asesino de niños.
La golpeó, la abusó y para terminar le cegó la vida en una forma brutal, según concluyó el fiscal.
La familia de la menor y los vecinos llegaron al lugar de los hechos y lograron detenerlo; el hombre estaba al lado del débil cuerpo de Salomé y sólo pedía perdón, pedía que no lo mataran, que no le hicieran nada.
Los vecinos, enfurecidos, trataron de agredirlo. Pero decidieron atarlo a un árbol y esperar que llegara la Policía.
La menor fue llevada Neiva, pero cinco días después falleció por la graves heridas recibidas en todo su cuerpo.
Hoy, Puerto Alegría llora a la menor y pide un castigo para el hombre que acabó con la tranquilidad de este corregimiento que vive la violencia contra los niños.
Por su parte, Yohana Jiménez, hija de la excongresista Gilma Jiménez, escribió en su cuenta de Twitter: