Dragoneante del Inpec revela nuevos detalles de la fuga de Aída Merlano
Noticias RCN tuvo acceso a la declaración que rindió la dragoneante Diana Montoya, una de las funcionarias del Inpec encargada de custodiar a Aída Merlano el día de la fuga.
Noticias RCN
07:30 p. m.
Esta es la historia de la fuga de Aída Merlano en voz de Diana Montoya, la dragoneante que la tuvo en custodia desde las 2 de la tarde del primero de octubre.
Según el relato a su superior, conocido en exclusiva por Noticias RCN, Montoya llegó a relevar a su compañera Natalia Espinosa quien estaba con Merlano desde la mañana.
“La dragoneante Natalia Espinosa me manifiesta que dentro del consultorio 318 se encuentran los hijos de Aída Merlano, quienes deseaban ingresar”, explica Montoya.
Asegura que, dado que los funcionarios del Inpec le negaron que sus hijos ingresaran al consultorio, la exsenadora se alteró “exageradamente”, hecho que, supuestamente, incitó a la dragoneante Natalia a dejarlos ingresar.
Montoya también aseguró que el doctor Cely no permitió el ingreso suyo al consultorio.
Me quedo en la puerta donde puedo observar las personas que están en su interior esto debido a que el doctor Celis manifiesta que no puedo ingresar al consultorio por privacidad al tratamiento que tenía su paciente.
De repente, según relata la dragoneante de manera repentina, el odontólogo Cely cambió de actitud.
El médico sale hacia la recepción, se regresa y se va. Llegando a la recepción, otra vez en donde ya queda la puerta de salida del lugar, se despide de forma acelerada del personal médico, salen los hijos y la auxiliar, lo que me causó sospecha.
La dragoneante, tras las dudas, decide abrir la puerta del consultorio.
“De inmediato abro totalmente la puerta de vidrio y observo que Aída Merlano no se encuentra en la sala y en la ventana había un lazo rojo colgando hacia la calle", explica.
En ese momento la dragoniante decide alzar el lazo rojo hacia arriba. "Observo por la ventana y se asoman funcionarios del hospital quienes también alaban de la cuerda. Salgo corriendo apresuradamente hacia el parqueadero y noto que ni el doctor Celis ni los dos hijos se encontraban en el piso”, dice.
Montoya cuenta que, de manera inmediata, sale corriendo a buscar a Merlano.
“Salgo a la calle en donde veo la cuerda. Desenfundo mi pistola de dotación y a lo lejos logro ver una moto con una mujer saliendo a la avenida séptima. Al correr, la pierdo de vista, logro llamar vía telefónica al compañero, quién es el conductor de la compañía, avisando que Aída Merlano se había fugado. Yo busco por algunas cuadras aledañas al centro médico, trato de parar el tráfico en busca de ayuda, pero no fue posible”, confiesa.
La dragoneante Montoya manifestó a la Fiscalía su intención de colaborar con la justicia tras el episodio.