Escoltas de la UNP fueron víctimas de secuestros y amenazas en Cauca y Nariño: así lo contaron

La crisis de seguridad en el sur de Colombia, especialmente en los departamentos de Cauca y Nariño, se agrava día tras día. Las disidencias de las Farc, que no se acogieron al proceso de paz firmado en 2016, han logrado consolidar su presencia en varias regiones, imponiendo su ley sobre civiles, autoridades locales y, más recientemente, sobre los propios escoltas de la Unidad Nacional de Protección (UNP).

Esta institución, creada para garantizar la seguridad de personas en situación de riesgo incluyendo defensores de derechos humanos, líderes sociales y políticos, se enfrenta ahora a una situación insostenible.

El miedo y la violencia están socavando la capacidad de protección de la UNP, mientras los escoltas denuncian secuestros, intimidaciones y restricciones impuestas por estos grupos armados ilegales.

Escoltas de la UNP fueron víctimas de secuestros y amenazas en Cauca y Nariño: así lo contaron

El caso más reciente ocurrió en zona rural de Popayán, departamento de Cauca, en donde dos escoltas de la UNP, en pleno cumplimiento de su labor, fueron secuestrados por disidencias de las Farc.

Según el testimonio de uno de los escoltas, quien pidió permanecer en el anonimato por razones de seguridad, los hechos ocurrieron cuando se desplazaban en una camioneta oficial de la UNP, que previamente había sido robada por los insurgentes.

En una muestra clara del poder, los secuestradores detuvieron el vehículo y obligaron a los escoltas a bajar.

Me hicieron parar frente a la camioneta. Me dijeron que me iban a tomar unas fotos y me sacaron tres. Eso lo deja a uno muy preocupado, porque es la zona en la que yo trabajo. Después, ellos tienen unos carteles donde se lee: ‘vidrios abajo o plomo’. Uno se siente atrapado, sin opciones, porque no hay garantías de que la situación no empeore.

La amenaza de que las fotos fueran usadas para futuras represalias, o incluso para identificarlo y ubicarlo más adelante, generó una preocupación entre sus mismos compañeros de la entidad.

Horas después del secuestro, los escoltas fueron liberados. Sin embargo, el temor persiste, pues la liberación no fue un acto de misericordia, sino un recordatorio del control total que estas disidencias ejercen sobre la región.

Escoltas de la UNP denuncian crisis de seguridad y amenazas en Nariño

Este incidente no es un caso aislado. En el departamento de Nariño, otro escolta de la UNP denunció una situación aún más preocupante. Según sus palabras, los grupos armados han logrado instaurar un sistema de control territorial que obliga tanto a los civiles como a las autoridades a seguir sus reglas.

Nosotros ya llevamos cuatro escoltas muertos en lo que va del programa de protección en esta zona. No podemos movernos sin pedir permiso. Si no lo hacemos, nos enfrentamos a consecuencias fatales. No hay elección.

Las versiones indican que han establecido normas estrictas para permitir el tránsito en ciertas áreas, ya que en muchos de estos territorios se les prohíbe a los escoltas llevar teléfonos celulares o armas, quedando completamente desprotegidos ante cualquier amenaza.

Hay lugares a los que no podemos ni siquiera acercarnos si no tenemos autorización previa de ellos.

Frente a estas denuncias, el director de la Unidad Nacional de Protección, Augusto Rodríguez Ballesteros, salió al paso de las acusaciones y durante un debate de control político en el Congreso, Rodríguez negó que los escoltas deban pedir permiso a las disidencias de las Farc para desplazarse.

No tienen que pedirle permiso. Lo que deben hacer es avisar a las fuerzas militares, a la Fiscalía y solicitar el apoyo de nuestras fuerzas armadas para garantizar su seguridad en los desplazamientos.

El funcionario también rechazó con firmeza la idea de que las disidencias estén utilizando vehículos oficiales de la UNP para sus operaciones: “es inaceptable que estos grupos armados estén robando nuestras camionetas y utilizándolas como plataformas de transporte".