Este era el gobernador suplente de un resguardo indígena asesinado en Nariño
Rodrigo Salazar era representante del pueblo Awá y fue consejero zonal de la Guardia Indígena para el municipio de Tumaco.
Noticias RCN
05:48 p. m.
El gobernador suplente del resguardo indígena Piguambí Palangala, ubicado en Tumaco, departamento de Nariño, fue asesinado el pasado jueves por personas desconocidas.
Según los primeros reportes, el crimen contra Rodrigo Salazar se dio mientras él regresaba a su casa, ubicada en el resguardo Piguambí Palangala, cuando hombres lo abordaron y lo asesinaron. Los hechos ocurrieron al rededor de las 11:00 a.m.
Tanto Salazar como otros miembros del pueblo Awá habían recibido amenazas, al punto de que tenía un esquema de seguridad por parte de la Unidad Nacional de Protección.
Vea también: Ofrecen recompensa por responsables de asesinato de líder en Cali
Rodrigo fue durante años un líder querido y reconocido por la comunidad, tenía 44 años, y se destacó como representante del pueblo Awá. Entre 2012 y 2016 fue consejero zonal de la Guardia Indígena para el municipio de Tumaco, donde se encuentra ubicado el resguardo.
Allí fortaleció los lazos de la UNIPA, una asociación de autoridades indígenas Awá que agrupa desde hace 30 años a más de 30 cabildos y a 20.000 miembros de este pueblo, con el resguardo Piguambí Palangala.
Desde ese momento comenzaron las amenazas contra él y otras autoridades del resguardo. El fortalecimiento de la Guardia se daba en medio de una intensa lucha de las comunidades étnicas por la defensa del territorio, que se disputaban, y se siguen peleando, varios grupos armados ilegales.
Le puede interesar: Rescatan a líderes sociales amenazados en El Tambo, Cauca
Por su labor, Salazar fue elegido como Gobernador suplente del Resguardo. En el marco de la implementación de los acuerdos de paz, promovió la sustitución de cultivos ilícitos en una de las zonas más conflictivas del país.
El pueblo Awá ha sido víctima de al menos dos masacres, y varios de sus liderazgos han tenido que desplazarse y viven en constante zozobra por la presencia de actores armados en el territorio.
El crimen ha causado indignación en la comunidad y fue condenado por la Defensoría del Pueblo y diversos sectores.