Estudiantes del Sena se refugiaron bajo las mesas mientras las balas atravesaban su colegio en Jamundí
La comunidad educativa exige la reubicación del plantel ante el temor de nuevos ataques.
Noticias RCN
01:45 p. m.
La situación de orden público sigue deteriorándose. En Valle del Cauca, Cauca y Nariño se han intensificado los ataques contra la fuerza pública.
En Jamundí, la violencia alcanzó directamente a una institución educativa, donde los estudiantes del Sena quedaron atrapados en medio del fuego cruzado.
Estudiantes quedaron en medio de un hostigamiento armado en Potrerito
El pánico se apoderó de Potrerito, corregimiento de Jamundí, cuando el estruendo de los disparos rompió la tranquilidad.
Los habitantes apenas alcanzaron a entender lo que ocurría cuando comenzaron a escuchar el eco de las ráfagas que provenían del sector donde se encuentra la estación de Policía, a escasos 50 metros del colegio Alfonso López Pumarejo.
En cuestión de segundos, el colegio se convirtió en un refugio improvisado. Dentro de un salón, varios estudiantes del Sena que recibían clases de tecnología se lanzaron al suelo y buscaron resguardarse bajo las mesas.
Nadie sabía de dónde venían las balas ni cuánto duraría el ataque, solo que afuera se libraba un nuevo enfrentamiento entre la fuerza pública y hombres armados.
La estación de policía está a 50 metros de la sede principal de este colegio, entonces teníamos un grupo de estudiantes de tecnología del SENA que se vio afectado porque estaban en sus clases.
Luz Lozano, rectora del colegio
¿Qué pasará con el colegio afectado por un hostigamiento armado en Potrerito?
La reconstrucción del colegio ha sido asumida por la misma comunidad educativa, que entre la impotencia y la resignación intenta recuperar lo poco que quedó en pie. Sin embargo, el miedo persiste.
Nosotros somos aquí un chivo expiatorio de todos los conflictos que hay entre la policía y los grupos armados.
Luz Lozano, rectora de colegio en Potrerito
Este ataque se suma a una larga cadena de hostigamientos registrados en el suroccidente del país.
En Cauca, los hechos más recientes ocurrieron en Padilla, Suárez, Caloto y Corinto, donde la fuerza pública ha sido blanco constante de ataques armados. En el Catatumbo, una estación de Policía en zona rural de Ocaña ha sido atacada tres veces en apenas dos semanas.
En total, al menos quince atentados similares han golpeado esta región en los últimos doce años.