Familia se resignó y decidió volver al Catatumbo a pesar del peligro
Aquellos que tomaron la decisión, tienen resignación y dicen que deben volver sus hogares.
Noticias RCN
03:03 p. m.
La crisis humanitaria en el Catatumbo completa más de una semana. La región está siendo el epicentro de los enfrentamientos del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las Farc.
Los habitantes han sido las víctimas de esta coyuntura. El último reporte del Ministerio de Defensa de este 27 de enero indica que son 48 mil los desplazados.
¿Cuántos desplazados deja la crisis humanitaria en el Catatumbo?
En el reporte se menciona que gran parte de los desplazados han llegado a Cúcuta. Otra tanda está en El Tarra, Tibú y Ocaña, entre otros municipios.
19.065 personas están en albergues de Ábrego, Ocaña, Hacarí, San Calixto, El Tarra, Teorama, El Carmen, Convención, Tibú y Cúcuta.
Desde la Defensoría del Pueblo se le ha hecho seguimiento a la emergencia. La crisis ha agudizado el reclutamiento de niños, niñas y adolescentes. De las 112 personas que dejaron los grupos armados, 20 eran menores que se desvincularon o fueron recuperados.
La situación aún no se ha restablecido y hay habitantes que han decidido regresar a sus hogares para volver a sus labores. Ellos prefieren resignarse y no seguir desplazados.
Miedo y resignación: esto sienten los que volvieron
A pesar del riego que genera el retorno sin garantías de seguridad, una familia en el albergue Seminario (Tibú) cumplió nueve días en condición de desplazada y tomó la decisión de volver a su tierra.
“Ya nos vamos hacia las casas, porque los animales se nos están muriendo de hambre. Necesitamos darle una vuelta a la casa”, contó Jesús Ortega, un integrante de esta familia.
Con unas maletas y sus pocas pertenecías, la familia se subió a uno de los pocos vehículos capaces de entrar a la región y emprendió el regreso. Ortega dijo: “Uno teme y le pide al de arriba que lo cuide”.
Ellos siguen sintiendo temor por lo que pueda pasar o el ambiente que se encuentren, pero también viven con la resignación. Otras personas que decidieron regresar quieren seguir trabajando a pesar de las circunstancias tan críticas.