Fingió secuestro, envió fotos herida y amarrada para extorsionar a su familia en Tuluá
Isabella Ibarra fue capturada cuando cobraba una recompensa de $3.000.000 por su autosecuestro. Enviaba falsas pruebas de vida a su familia.
Noticias RCN
10:54 a. m.
Un insólito caso de autosecuestro fue descubierto por el Gaula de la Policía de Tuluá en las últimas horas. En medio de la angustia de la familia Ibarra por el rapto de una joven de 19 años en el corregimiento La Marina de este municipio del Valle del Cauca, se puso en conocimiento de las autoridades la situación que se estaba presentando.
En comunicación con los secuestradores, a través de lo que sería el teléfono celular de la supuesta víctima, el Gaula con apoyo de la familia concretó un operativo de liberación a cambio de una significativa suma de dinero.
Sin embargo, el plan que parecía perfecto se vino abajo cuando la propia víctima, sana y salva, sin heridas ni camuflages, llegó en motocicleta a una empresa de giros para retirar la primera parte del pago de su liberación.
Esta femenina supuestamente habría engañado a su familia manifestándoles estar secuestrada, les enviaba mensajes vía WhatsApp simulando estar lesionada, con vendas en los ojosy heridas en diferentes partes del cuerpo.
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Pruebas de supervivencia herida y amordazada
Los presuntos secuestradores mantenían constante comunicación con la familia Ibarra. En el intercambio de mensajes, recibieron fotos y videos en los que se veía a la víctima con cintas de color negro tapándole los ojos y la boca. Golpes en el rostro y al menos 10 heridas aparentemente causadas con arma blanca en el pecho y los brazos.
Las pruebas de supervivencia iban acompañdas de un mensaje que decía: "Ahí tiene evidencias".
Para las autoridades causó especial atención ver que la ropa de la víctima estaba intacta y que la herodas parecían superficiales. Además, las cintas con las que estaba amordazada eran muy delgadas y estaban sobrepuestas, lo que evidentemente le permitiría gritar o intentar ver.
Con esta serie de elementos, el Gaula comenzó a sospechar de que se podría tratar de una extorsión y planeó un operativo que dejó al descubierto a la supuesta víctima.
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La secuestrada intentó cobrar la recompensa
Isabella Ibarra, de 19 años, se había comunicado con sus familiares manifestando estar secuestrada, enviando fotos y supuestos videos de supervivencia, donde se ve con heridas, al parecer, de arma cortopunzante en su cuerpo y rostro, vendaje en los ojos y manos atadas con una cinta. Manifestaba a a su familia que si no pagaban, la asesinaban.
Las autoridades determinaron que se trataba de un autosecuestro y asesoraron a la familia para entregar la exigencia de $3.000.000, a través de un giro.
La joven autosecuestrada, llegó a un punto de afluencia de dinero y reclamó el giro personalmente. En ese momento fue capturada en flagrancia junto a ul hombre que la transportó en una motocicleta hasta la empresa donde cobró la recompensa.
En las audiencias de legalización e imputación de cargos, un juez le dictó medida privativa de la libertad en centro carcelario a la joven y medida de libertad al hombre capturado por no hallarse culpable.
El teniente coronel Hugo Ferney Guzmán, subcomandante del Departamento de Policía Valle (e), confirmó que la suma total de la extorsión a su propia familia era de $6.000.000, pero en ese momento le entregarían a los supuestos captores la mitad de la recompensa.