Insólito | Hombre tenía como mascota a una de las serpientes más grandes del mundo en Valle del Cauca
La serpiente era una pitón birmana, especie que puede medir más de siete metros de longitud y capaz de comerse a un caimán.
Noticias RCN
10:42 a. m.
La Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) dio a conocer una particular noticia: un hombre tenía como mascota a uno de los reptiles más grandes del planeta.
¿Dónde estaba la gigantesca serpiente?
En el municipio El Cerrito, funcionarios de la Dirección Ambiental Regional (DAR) Centro Sur de la CVC fueron alertados por un ciudadano que quería entregar una serpiente que tenía como mascota. Cuando llegaron al lugar, encontraron a una pitón birmana encerrada en un recipiente transparente.
Esta serpiente es capaz de tragarse a un caimán en un solo bocado. Según explicaron los expertos, la pitón de Birmania puede ingerir presas hasta seis veces más grandes que las que se tragan serpientes de un tamaño similar.
Cuando esta especie se alimenta, la comida dura en su estómago de dos a ocho días. Las presas difícilmente pueden escapar de ella, por el hecho que los filosos dientes curvos soportan el agarre a medida que la serpiente se enrolla para asfixiarla.
El reptil hace parte de la familia Pythonidae. Es una de las serpientes más grandes del mundo no venenosa. Su origen es asiático, concretamente India, Pakistán, Nepal e Indochina. La especie puede llegar a superar los siete metros de longitud.
Imágenes de la impresionante serpiente
Animales de este tipo pesan hasta 90 kilogramos y su grosor es parecido al de un poste telefónico. Suelen ser excelentes nadadoras con alta capacidad de sumergirse en el agua, lo cual permite que puedan acostumbrarse con facilidad a ecosistemas acuáticos.
Las hembras colocan de 12 a 36 huevos, principalmente entre marzo y abril. Una vez nacen las crías, son abandonadas.
“La serpiente es muy llamativa, la ven muy exótica y por eso son deseadas como mascotas”, informó la CVC al indicar que las personas que se quedan con estos reptiles terminan entregándolos a las autoridades por la responsabilidad y riesgo que generan: “Hay que entender que las necesidades y comportamientos naturales de un animal silvestre no se pueden satisfacer en nuestros hogares y se debe tomar conciencia del sufrimiento al que los someten”.
Las autoridades se hicieron cargo de la pitón y la trasladaron hasta el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre San Emigdio. En este momento la están atendiendo profesionales para determinar su estado de salud y la viabilidad del regreso a su ecosistema natural.
Si bien es una especie que vive al aire libre, solamente puede vivir en cautiverio cuando recibe los tratos correspondientes de especialistas en fauna. Su promedio de vida suele oscilar de 20 a 30 años.
La CVC mencionó que arrancar a un animal de su ambiente original es un acto cruel, principalmente cuando quieren volverlas mascotas: “Sufren gran estrés y miedo, al tiempo que llega a ser tortuoso, debido al camino que tuvo que recorrer para llegar al lugar de cautiverio”.