Habitantes tenían bloqueada una importante quebrada de Cundinamarca para uso privado
La CAR fue quien denunció el bloqueo ilegal de una fuente hídrica vital. Además, advirtió riesgos ambientales y emergencias por acumulación de aguas.
Noticias RCN
01:42 p. m.
En San Juan de Rioseco, Cundinamarca, la intervención ilícita de una fuente de agua despertó alarma entre las autoridades ambientales.
La quebrada La Cotrullo, considerada una de las fuentes hídricas más importantes para la comunidad local, fue obstruida de forma rudimentaria por algunos habitantes que habrían buscado aprovecharla para fines privados.
Esta acción llevó a la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) a emitir una alerta ante el riesgo de inundaciones y avalanchas que la estructura podría ocasionar.
Habitantes bloquearon una importante quebrada de Cundinamarca para uso privado
El descubrimiento de esta intervención ilegal ocurrió durante una inspección de rutina de la Dirección Regional Magdalena Centro de la CAR, que supervisa la gestión y el control ambiental en la región.
Al llegar al lugar, el equipo técnico encontró el cauce de la quebrada La Cotrullo obstruido por un muro improvisado, construido con piedras, tierra y plásticos. La estructura, formada con materiales del entorno, abarcaba toda la anchura de la quebrada, y parecía diseñada para detener el flujo natural del agua.
Según los reportes, esta intervención no cuenta con permisos de ninguna autoridad y no pasó por estudios técnicos que garanticen su estabilidad o seguridad.
El bloqueo representaba amenazas tanto para la comunidad como para la flora y fauna
La quebrada La Cotrullo es una fuente clave para la vereda El Volcán, una de las áreas rurales más grandes y pobladas de San Juan de Rioseco, por lo que la CAR destacó que este tipo de acciones, además de afectar el flujo de agua y su disponibilidad para la comunidad, representan una amenaza en temporada de lluvias.
Especialmente cuando el aumento en el caudal podría desbordar el muro improvisado, desencadenando una emergencia por taponamiento. Esto lo explica Juan Carlos Escobar, director de la regional Magdalena Centro.
Este tipo de intervenciones no están permitidas, no tienen permiso de la autoridad ambiental y, por el contrario, se convierten en un factor de riesgo. Ante una creciente súbita, el taponamiento podría provocar una emergencia y afectar la seguridad y la vida de las personas que viven en estos sectores.
Además del riesgo para los habitantes que viven aguas abajo, este tipo de bloqueos desestabilizan el equilibrio del ecosistema local, ya que interrumpe el flujo continuo que sustenta la vegetación, la fauna y los suelos a lo largo de su curso natural.