Chía en crisis: habrá toque de queda tras brutal ola de violencia en el municipio
Riñas con armas, ataques a la policía y un desbordante consumo de drogas en Chía obligan al alcalde a implementar drásticas restricciones. Así funcionarán las medidas.
Noticias RCN
07:40 a. m.
Chía, tradicionalmente conocida por su cercanía a Bogotá, se encuentra inmersa en un espiral de violencia, pues desde hace más de un mes, el municipio ha sido el escenario de ataques armados, riñas multitudinarias y un incremento preocupante en la criminalidad.
En respuesta, el alcalde Leonardo Donoso ha decretado medidas urgentes, entre ellas el toque de queda en cuatro veredas y restricciones adicionales para intentar recuperar el control de las calles.
¿Por qué habrá toque de queda en el municipio de Chía?
Todo comenzó hace aproximadamente cinco semanas con un doble asesinato. Sin embargo, lo que parecía ser un hecho aislado fue solo el comienzo de una cadena de episodios violentos que hoy tienen a Chía bajo la lupa de las autoridades.
El pasado fin de semana, la tensión escaló a niveles críticos en el sector de Fonquetá, en donde una simple discusión dentro de un establecimiento comercial terminó convirtiéndose en una riña masiva donde varias personas, armadas con cuchillos, palos y armas de fuego, se enfrentaron violentamente.
Lo que comenzó como una pelea entre particulares se transformó rápidamente en un caos cuando algunos de los involucrados atacaron a la policía que llegó a la zona para intentar controlar la situación.
Un agente resultó gravemente herido, y su pronóstico es reservado, mientras que los disturbios dejaron daños en bienes públicos y crearon una atmósfera de terror entre los vecinos.
Pero los incidentes violentos no pararon allí. En otra zona del municipio, una mujer fue agredida con un arma traumática en un establecimiento comercial, y apenas horas después, otra persona fue atacada con un arma blanca, añadiendo más víctimas a una lista de heridos que no deja de crecer.
Los robos en las calles también se han vuelto una constante, y la presencia de grupos delictivos dedicados al microtráfico ha disparado el consumo de drogas en el municipio.
Desafortunadamente venimos presentando algunos problemas de hace unas cuatro o cinco semanas para acá.
Así funcionará el toque de queda en Chía
Ante este panorama, el alcalde ha decidido tomar restricciones. La más reciente es la implementación de un toque de queda en cuatro veredas, medida que prohíbe la circulación de personas entre las 10:00 p.m. y las 4:00 a.m., con el objetivo de reducir la actividad delictiva y frenar la venta y consumo de estupefacientes, especialmente durante las noches, cuando los disturbios suelen intensificarse.
Esta se suma a la prohibición del uso de parrilleros en motocicletas, tanto hombres como mujeres, los viernes y sábados entre las 10:00 p.m. y las 5:00 a.m., en un intento por dificultar los desplazamientos de los delincuentes que utilizan este medio de transporte para cometer sus crímenes.
Además, el mandatario anunció una reunión urgente con los dueños de establecimientos que venden licor, buscando modificar los horarios de funcionamiento de los bares y discotecas, ya que estos sitios han sido identificados como puntos críticos para el desencadenamiento de conflictos y el consumo excesivo de alcohol y drogas.
La falta de convivencia y tolerancia y el consumo excesivo de drogas está generando problemas de orden público.
La sombra de la destitución persigue al alcalde de Chía
A la par de esta crisis de seguridad, el alcalde Leonardo Donoso enfrenta otro frente complicado: la Procuraduría General de la Nación ha emitido una sanción en su contra, inhabilitándolo para ejercer cargos públicos durante nueve años con relación a presuntas irregularidades en la contratación del servicio de alumbrado público.
Aun así, no se ha quedado callado ante esta decisión y ha asegurado en Noticias RCN que la inhabilitación es injusta y que está dando la batalla legal para que se respeten sus derechos políticos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha sido clara: los funcionarios electos por voto popular deben ser juzgados por tribunales de la República y no por organismos administrativos. Esta es una lucha que no solo afecta mi caso, sino que busca poner fin a un monopolio que ha atropellado al municipio por años.