Hazañas Maestras: Elkin Mejía lideró proyecto de energía solar en escuela wayuu

Ahora con luz, los alumnos pueden cargar celulares, computadores y utilizar los ventiladores que les refresquen los calurosos días.


Noticias RCN

nov 25 de 2020
06:05 p. m.

Unirse al canal de Whatsapp de Noticias RCN

La conocida frase de que algo cambió de la noche al día, es el mejor ejemplo en una remota escuela indígena wayuu en La Guajira.

Hasta hace poco el panorama era oscuridad y tinieblas tan pronto se ponía el sol. El colegio se cerraba, los alumnos iban para sus casas, los salones sin luz y los pasillos a merced de la nada.

Vea también: Hazañas Maestras: el profe Jaime, el ángel guardián de sus alumnos

Sin embargo, todos recuerdan el día en el que el profesor Elkin Mejía, un ingeniero electrónico nacido en el corregimiento de Camarones, instructor del Sena de Riohacha y lleno de buenas ideas; apareció con todo lo necesario para cambiarles la vida a los wayuu.

Paneles solares, baterías, cables, contactos, tomacorrientes y algo muy importante: la energía alcanzó para instalar una planta purificadora de agua. Fue entonces cuando todos le metieron mano a la obra. Los wayuu, los instructores del Sena y la comunidad, encabezados por el profe Elkin.

Nadie entendía por qué la escuela indígena no tenía energía y lo peor, por qué estaban por fuera de la red eléctrica de La Guajira, pero nunca les explicaron.

Lea además: Hazañas Maestras: Adriana y las mujeres que trabajan con palma de seje en Córdoba

“Como son zonas de baja población entonces es complicado que ellos le hagan un tendido de redes que es tan costoso para que puedan tener energía eléctrica”, señaló Elkin Mejía,, instructor del Sena.

Con el primer panel instalado, la cara de todos cambió. Comenzó a llegar una especie de luz del día, es decir, alegría y beneficios para los pequeñitos wayuu.

“Ellos pueden conectar cualquier equipo, elemento eléctrico como cargar celulares, ventilación, energizar los PC para la formación de los estudiantes, pueden tener internet, el enlace con el mundo”, agregó Mejía.

En una noche calurosa, en medio del silencio, pero al lado de los primeros bombillos, los wayuu se dieron cuenta de que la luz les permitía trabajar en uno de los principales sustentos económicos: las artesanías. En otras palabras, alumnos y profesores empezaron a tejer mochilas día y noche.

“Eran unas noches difíciles, nuestros niños no podían dormir por falta de ventilación, de iluminación, no había nada de claridad, nos tocaba prender lo que acá llamamos un fogón y no podíamos tener esa bendición que hoy gracias al Sena tenemos”, indicó Emiliano Redondo, encargado de la Institución Etnoeducativa #1.

Le puede interesar: Hazañas Maestras: Leafar Arrieta, el profe que enseña danza para alejar a jóvenes de las drogas

Son 851 alumnos quienes se benefician de los paneles solares instalados por el Sena. Esto quiere decir que, adicional al servicio de energía, pueden trabajar en las noches las artesanías, el más importante sustento económico de esta comunidad.

Todos coinciden en que, sin la ayuda comunitaria, el proyecto no sería posible. Y es que una brillante idea, tan clara como el sol guajiro, renovó todo en la escuela.  El día para estudiar y trabajar y las noches para tejer artesanías ya no en medio de la nada, al lado de una especie de boca de lobo, sino por el contrario, todos juntos, donde se ven y donde ya nada se oscurece, ni siquiera la hermosura de las noches guajiras.

Juan Eduardo Jaramillo -NoticiasRCN.com

Unirse al canal de Whatsapp de Noticias RCN

Otras noticias