¿Qué pasó con el hospital de Usme y Tunal? 800.000 pacientes afectados
Bogotá enfrenta demoras en proyectos de salud por más de 340 mil millones de pesos.
Noticias RCN
07:44 p. m.
En el sur de Bogotá, dos proyectos fundamentales para la infraestructura hospitalaria han generado inquietud debido a los significativos retrasos en su construcción.
Estas obras, que deberían beneficiar a más de 800,000 personas, incluyen el nuevo hospital de Usme y la torre de urgencias del hospital El Tunal.
Hospital de Usme: una promesa aún sin cumplir
El nuevo hospital de Usme, con 33,000 m² de área construida, se proyectó para ofrecer servicios de mediana y alta complejidad a más de 400,000 habitantes de la ciudad. Sin embargo, la obra, que debía entregarse en diciembre de 2024, solo presenta un avance del 91%. Este 9% restante enfrenta demoras por problemas con el contratista, cuyo cumplimiento ha sido cuestionado.
Según declaraciones de las autoridades, se está presionando a la casa matriz del contratista en China para acelerar los trabajos y entregar la obra en abril de 2025, aunque inicialmente se esperaba que estuviera lista en marzo.
Torre de urgencias del hospital El Tunal: un panorama más crítico
La situación en el hospital El Tunal es aún más preocupante. La torre de urgencias, diseñada para mejorar los servicios de este centro hospitalario, apenas ha alcanzado el 26% de ejecución desde que se inició su construcción en mayo de 2022. A pesar de múltiples prórrogas y una suspensión del contrato, se espera que esté terminada en agosto de 2025, lejos de la fecha inicial de enero de 2024.
El retraso se debe, en parte, a que el contratista encargado no pudo continuar con el proyecto, obligando a la cesión del contrato a otra empresa.
Impacto económico y social
Ambas obras, que representan una inversión superior a los 340,000 millones de pesos, son esenciales para mejorar la atención en salud de miles de bogotanos.
A pesar de las dificultades, las autoridades locales han reiterado su compromiso de culminar estos proyectos en los nuevos plazos establecidos. Sin embargo, los retrasos han generado críticas y preocupación entre los habitantes y el Consejo de Bogotá.