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James Rodríguez, un ídolo cercano y amable

El volante de la 'Tricolor' es el jugador más cercano al público, sobre todo a los niños.


Noticias RCN

jun 24 de 2015
05:48 p. m.

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El fútbol es el deporte más hermoso del mundo para la mayoría de personas que habitan este plantea. No existe otro evento que despierte tanta pasión y que llame tanto la atención como un partido donde se baten 22 hombres en el campo.

Por lo tanto es natural que en este deporte existan referentes y, sin duda alguna, James Rodríguez es uno de los mayores referentes del fútbol mundial en estos momentos. 

El volante del Real Madrid se catapultó a la fama con el grandioso desempeño que realizó en la Copa Mundo de Brasil, donde se consagró goleador del torneo, anotó el gol más bonito y fue uno de los mejores jugadores del certamen.

En su primer año con el conjunto 'Merengue', el cucuteño -que está próximo a cumplir 24 años- deslumbró al mundo del fútbol con una temporada desde lo individual casi perfecta, firmando goles de gran factura y distribuyendo juego del bueno a sus compañeros, en especial al portugués Cristiano Ronaldo, con el que entabló una fuerte relación dentro y fuera del campo. 

Todo esto lo puso en el firmamento de las estrellas mundiales junto a Messi, CR7, Neymar, Suárez, Zlatan, entre otros, protagonizando varios comerciales de importantes marcas y destacando su figura a nivel mundial. 

Sin embargo, ni la fama ni el dinero ni los logros deportivos ni las nuevas amistades lo han desubicado. Hoy sigue siendo el mismo niño humilde que soñó con ser un jugador profesional un día. Un ídolo de carne y hueso, un hombre dado al público que lo alienta y lo busca. Así lo ha demostrado en esta Copa América con los niños, que atentos y apasionados esperan la llegada de sus héroes en las concentraciones de la Selección Colombia.

James no ha tenido reparo en tomarse unos minutos para saludar a los infantes, que emocionados rompen en llanto cuando el 10 del Real Madrid los abraza, les habla, les firma las camisetas y de manera natural comparte con ellos.

El ganador del Premio Puskás entiende lo que representa y, tal como en la cancha, no se cansa de entregarlo todo por la gente. La importancia de su comportamiento trasciende lo deportivo, pues los niños, uno de los máximos admiradores del fútbol, reciben una gran recompensa y un buen ejemplo con su comportamiento. 

James rompe el molde. No exige un cordón de seguridad, no saluda desde lejos y no le huye a la fanaticada.

Tampoco se aprovecha de su fama, ni desborda arrogancia ni se quiere robar cada flash de las cámaras que lo asedian. No, él, tal y como lo hace en el campo de fútbol, da la cara, se echa el equipo al hombro y genera alegrías. Gane o pierda, siempre está de buen humor para sus seguidores.

Su comportamiento es de emular porque está dejando un listón muy alto y ahora los niños no solo van a querer igualar sus movimientos y goles en la cancha, sino su sencilla y amable forma de ser, esa que está cumpliendo el sueño de miles de pequeños cuando lo conocen.

Carlos Andrés Enciso Bolaños / DeportesRCN.com

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