Jhonier Leal fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad La Tramacúa, en Valledupar
En un operativo especial Jhonier Leal, condenado a 55 años de prisión por el crimen de su mamá y su hermano fue trasladado de La Picota en Bogotá a una cárcel de Valledupar.
Noticias RCN
08:12 a. m.
En las últimas horas, se confirmó el traslado de Jhonier Leal, desde la cárcel La Picota de Bogotá a La Tramacúa de Valledupar, un centro de reclusión de máxima seguridad donde han pagado condena peligrosos delincuentes como Garavito.
El traslado de Leal se materializó la noche del viernes 13 de septiembre, luego de que el Inpec evidenciara presuntos beneficios a los que tendría acceso el condenado dentro de La Picota, entre ellos, el uso de comunicaciones a través de celulares.
La resolución 7833 del 23 de agosto de 2024 ordenó el traslado de Jhonier Leal, condenado por los delitos de homicidio agravado y ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio.
En un operativo especial, Leal fue movilizados desde Bogotá a Valledupar e ingresado a la cárcel La Tramacúa.
La razón del traslado de Jhonier Leal
El traslado de centro de reclusión de Jhonier Leal, de La Picota a una de máxima seguridad.
El Inpec, por solicitud de la Fiscalía, decidió que la cárcel La Tramacúa, en Valledupar, sería su nuevo centro de reclusión por el hallazgo de irregularidades durante su permanencia en La Picota.
Según la Fiscalía, esta es la razón por la que fue cambiado de cárcel:
Respecto del privado de la libertad, en calidad de condenado, Jhonier Rodolfo Leal Hernández, donde presuntamente el antes mencionado hace uso y realiza llamadas telefónicas celulares dentro del establecimiento carcelario.
Jhonier Leal se quejó de las requisas en su celda
Jhonier Leal envió a una carta a la Procuraduría General de la Nación en la que denuncia persecución, constreñimiento y tortura al interior de la cárcel La Picota, donde se encontraba recluido.
Para Leal, el hecho de que funcionarios del Inpec requisaran su celda después de las 8:00 p. m. y sin que él pudiera observar lo que los dragoneantes estaban haciendo se trató de una tortura psicológica.
“Fui visitado mientras dormía por funcionarios del Inpec, quienes con orden de cateo enviada por la Fiscalía, me requisaron de manera indebida la celda en la cual estoy recluido (...) violan mi derecho tanto al no ser perturbado después de las 8:00 p. m. y que yo debía observar a requisa”.