La historia de Hortensia, una mujer que transformó su dolor en esperanza de vida para niños y padres

Hortencia Espitaleta nunca pensó que el primer día de clase de su hija de tres años, sería el último en el que mamá e hija compartirían una mirada, una sonrisa o un abrazo. Aquel trágico día, su bebé murió tras caer en la piscina del jardín al que asistía. 

“Mi hija, Mariana Novoa perdió la vida accidentalmente al caer en la piscina de su jardín en su primer día de clases. En medio de mi dolor, decidí hacer algo que me ayudara a salir adelante y es así como creé la Fundación Mariana Novoa para salvar vidas y capacitar a las personas que sepan hacer RCO (Respiración Cardiopulmonar)”, dijo. 

La fundación Mariana Novoa fue un respiro para Hortencia en medio de su tristeza, pues allí busca que cada persona se capacite y pueda salvar una vida. El propósito la fundación es generar una cultura de prevención de ahogamiento y de accidentes en la primera infancia.  

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“Con el dolor de mi corazón para honrar la memoria de Mariana Novoa, estamos contribuyendo a una sociedad más consciente sobre el ahogamiento, que es un evento rápido y silencioso, en el que los menores de 14 años no producen ningún ruido al caer y se ahogan en silencio. Yo no quiero que esto que me pasó a mí, les pase a más familias. No quiero que más niños sigan cerrando sus ojos en los cuerpos de agua”, precisó. 

Hortencia aprendió a vivir con su dolor, pero también a sacar lo positivo de la experiencia con el legado que le dejó su pequeña hija.  

Una de sus mayores satisfacciones es escuchar los testimonios de vida de personas que una vez la buscaron y aprendieron sobre primeros auxilios.  

“Cuando alguien me llama y me dice: ‘Hortensia es que con los talleres de primeros auxilios que tú haces, salvamos a mi mamá; con los talleres salvamos a un niño que se iba a ahogar en una piscina’. Para mí es seguir llevando el legado de mi hija a muchos más lugares”. 

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El reto de seguir con el legado de su hija, Mariana Novoa, va más allá, pues busca que los menores tengan un espacio adecuado para aprender. 

“Mi sueño es tener una casa con piscina y enseñarle a nadar a los niños, para que ellos se vuelvan salvavidas, ese es mi gran sueño. Espero que en algún momento lo podamos hacer, es muy importante que todos los niños aprendan a nadar, también queremos tener un bus que vaya a muchos lugares del país donde le contemos a estas personas que los accidentes prevenibles, que, si nos capacitamos en primeros auxilios y sabemos a quién recurrir, estamos garantizando salvar una vida”, señaló. 

Este trabajo de dedicación, constancia y amor. le mereció a Hortencia una postulación a Mujer Cafam, obteniendo el segundo lugar en la convocatoria nacional y un reconocimiento a nivel internacional. 

Desde su experiencia como madre, publicista, empresaria y conferencista, Hortencia alerta sobre los peligros a los que se exponen los más pequeños.  

“Nunca descuiden a sus hijos, siempre que salgan con ellos, realicen una supervisión visual permanente, constante, mirando cuáles son los peligros a los que estamos expuestos. Tal vez nosotros no sabíamos ni medimos el riesgo, pero el riesgo es una realidad muy cercana, revisen los hogares, el cuarto. el baño. Si tomamos estas recomendaciones y cuidamos a nuestros hijitos, vamos a poder cuidarnos e idealizar una vida. La seguridad está en sus manos”, finalizó. 

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