Así cuidan al polluelo de cóndor andino que nació hace un mes en el Parque Jaime Duque
La historia de Rafiki, una cría de cóndor andino que nació por incubación artificial en el Parque Jaime Duque, en la sabana de Bogotá.
Noticias RCN
12:51 p. m.
Hace menos de un mes nación Rafiki, una cría de cóndor de los Andes que permanece bajo cuidado de expertos en el Parque Jaime Duque, en la sabana norte de Bogotá.
Todo inició en 2012 cuando la Fundación Jaime Duque se vinculó al plan de conservación del cóndor andino. En 2015, tres parejas de la especie llegaron al país; una de ellas se estableció en la comarca del cóndor del Bioparque Wakatá, en Tocancipá.
Más tarde, en abril del 2023, la pareja puso un huevo que fue roto accidentalmente por el macho. Sin embargo, en mayo del 2024 volvió la esperanza cuando un nuevo huevo apareció en el nido. Dos meses más tarde, nació Rafiki.
Así fue el nacimiento de Rafiki
En el edificio del cóndor en el Parque Jaime Duque permanece Rafiki bajo el cuidado y observación de expertos que monitorean su desarrollo de forma exhaustiva. Un equipo de biólogos, veterinarios y zootecnistas se ha convertido en su familia.
Los padres de Rafiki llegaron de Colombia desde Chile hace nueve años. Acá, su unión se hizo más fuerte y contó con el apoyo de muchos.
El cóndor de los Andes, una de las aves más grandes del mundo y símbolo patrio del país, está en peligro crítico de extinción. Los expertos aseguran que no hay más de 150 ejemplares en territorio nacional.
Tras una pérdida en 2023, la vida de un nuevo cóndor empezó a abrirse paso el 31 de mayo de este año. Las cámaras del Bioparque Wakatá registraron el momento en que la pareja de aves puso el huevo, que fue llevado a una incubadora para su total protección.
En este proceso nació Rafiki, el primer cóndor nacido por incubación artificial en este milenio.
Solo un humano puede tener contacto con Rafiki
El polluelo nació el 29 de julio a las 6:30 de la tarde en Cundinamarca, la comarca del cóndor.
Por ahora, ningún humano puede tener contacto con Rafiki, a excepción de Fernando Castro, coordinador del plan de conservación del cóndor y quien se ha convertido en un papá para Rafiki.
Castro ingresa al cuarto oscuro en donde permanece el polluelo, usando títeres que simulan la presencia de dos aves adultas, todo esto con el fin de que Rafiki no asocie al ser humano como una fuente de alimento.
Se espera que en el segundo mes de vida, Rafiki sea trasladado al Bioparque Wakatá, en donde continuará asilado. A los dos años, el ave será liberada con marcadores de ubicación satelital.