La historia de una colombiana artista del papel que llegó a la Bienal de Shanghái

Foto: cortesía

Juliana Bernal ha alcanzado el éxito a sus 46 años, quedando seleccionada por la galería Saatchi Art como una de las 100 artistas emergentes que cambian voces.


Katheryne Ávila

feb 20 de 2023
08:03 a. m.

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Diseñadora industrial de la Universidad de los Andes, graduada en España en el instituto Europeo de Diseño, madre, esposa y artista. Todo esto en una sola mujer que ha alcanzado el éxito a sus 46 años, llegando con sus obras a países como Japón y a exposiciones en epicentros culturales como la Bienal de artistas internacionales de papel en Shanghái, Scope Art Show de Miami, Art on paper en Nueva York y Estampa en Madrid. Del 23 al 26 de febrero participará en la feria JustMad, dentro del marco de la feria de arte ARCO una de las más importantes de Europa y el mundo. Esta es su historia.

Luego de cinco años de estar en Europa, Juliana Bernal se devolvió a Colombia, se casó y tuvo su primer hijo, un niño con un coeficiente intelectual bastante alto. Uno de los hobbies de Juliana es el origami, entonces decidió empezar a enseñarle esta técnica a su hijo, quien a los pocos días ya hacía figuras complejas.

Lo que comenzó como una actividad entre madre e hijo terminó en arte. Utilizó las piezas que hizo junto a él para hacer una obra para su casa, y luego empezó a desarrollar su primera serie llamada “Rombos”, aquí es donde inicia su carrera como artista. A través de su cuenta de Instagram fue contactada por una galerista argentina que la invitó a las ferias en Miami dentro del marco de Art Basel, uno de los eventos más importantes en el sector. “Me lancé, le mandé mi book y pasé la curaduría, entonces en diciembre de 2018 estaba exponiendo en una de las ferias más relevantes de arte en Estados Unidos”.

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“Desde ahí empecé a ir todos los años y paralelamente también empecé a participar en la feria Art on Paper en Nueva York. Mi arte se empezó a mover y comencé a trabajar aquí con galerías y art dealers”. Empezó a trabajar sin parar, buscando dentro de ella cuál era el verdadero impulso que la estaba llevando a realizar estas piezas que cada día evolucionaban más y más.

Juliana empezó a apostarle a otros materiales. También investigó lo que estaba creando y comenzó a abordar el papel y acrílico, con creaciones muy coloridas. “Hice para la marca Missoni unas piezas con mucho color. Participé en una convocatoria para exponer en Tokio y lo hice, llevé el origami a Japón”.

Su arte es abstracto, su esencia es rescatar lo manual. Es una colombiana de 46 años que quiere dar un mensaje a otras mujeres a las que cuando cumplen 40 años se les dice que “la vida se acabó”.

“Mi mensaje es que cumplan sus sueños, lo más importante es sentirse lleno con uno mismo. Una mamá le entrega la vida a los hijos, pero llega un momento en el que ellos tienen su vida y se van y en este tiempo en donde nos hemos dedicado a criarlos y educarlos, se nos olvida que somos útiles, que queríamos hacer muchas cosas, y todavía podemos hacerlas. A los cuarenta no hemos muerto, es un nuevo florecer para las mujeres”.

La inspiración de su arte

A Juliana le costó mucho quedar embarazada de su primer hijo. Iba al médico cada tres días y milagrosamente quedó en embarazo. Su arte se volvió el álbum de fotos de una mamá que vive muchas cosas por dentro.

“Me dio el síndrome del nido con mi primer hijo y ahí hice una serie llamada ‘Nidos’. Cuando yo fui al médico mi esposo le dijo al doctor que yo estaba nerviosa porque entraba mil veces al cuarto de mi hijo, corría la cama, iba para aquí y para allá; el doctor le dijo que tenía el síndrome del nido, que es como un pajarito que está ansioso por la llegada de su hijo y construyendo su nido para el recibimiento de su bebe, esto es algo que le pasa a algunas mujeres en el último trimestre del embarazo”.

Cambió los rombos por los círculos

Cuando inició a hacer obras de papel junto a su hijo comenzó con rombos; sin embargo, esa figura representaba la rigidez que era parte de su personalidad, por eso la cambió por algo más flexible. “Hice una obra ondulada, tejida, y bordando el papel. Luego llegó la serie “Nidos” esta serie está basada en círculos y ahí cobró sentido uno de los conceptos de su obra ‘Ciclos de Vida’. “Todos nacemos, crecemos y morimos, siempre hay principio y fin, nuestra vida funciona bajo esta forma y todo lo que hago hoy es en círculos que corto y los pego como si fueran tejidos (nidos). Siempre uso la misma paleta de colores, dorado, plateado y cobre, todos llenos de luz”.

Cuando pone en marcha sus obras no sabe cómo quedarán al final, ninguna pieza es igual que otra, no hay fórmulas matemáticas, solo inspiración y arte que cobra vida, son creaciones abstractas. “La gente siempre intenta encontrarles un parecido con algo y eso me encanta”

“Nacimiento”

En 2020, la artista comenzó a investigar cómo las mujeres indígenas cargan a sus bebés, le llamaba la atención la forma en que estas los amarran a su cuerpo de diferentes maneras. Entonces quiso simular esto en su serie “Nacimiento” para exteriorizar el concepto de su obra y que más mujeres se sintieran identificadas. Para ello, hizo 580 cocoons en yeso con una forma circular similar a la de un huevo.

“La señora que trabajaba en mi casa era de una comunidad indígena en San Pelayo, Córdoba. Sus hermanos estaban muy mal económicamente, entonces yo le pregunté qué sabían hacer ellos y me dijo que eran pescadores, ahí se me ocurrió que podían hacerme las redes para mi obra”.

Esta obra representa la forma en que las madres indígenas cargan a sus hijos, pero también la importancia de los hombres en el hogar, los que generan sustento. El papel de fondo es gasa mezclada con yeso, la misma que utilizan durante los partos.

Esta colombiana hija de una de las tejedoras textiles más reconocidas en Colombia, decidió dar el paso que había dado tímidamente hacía 10 años realizando tapices en telares manuales con fibras naturales. Juliana creció en el mundo textil rodeada de lanas, hilos y por supuesto de telares manuales en madera. Y a finales del año pasado lanza su nueva serie “Rios”.

Seleccionada dentro de los 100 artistas emergentes que cambian las voces por Saatchi ART

Pero sus ideas llegaron aún más lejos. Viajó con ARCOT a Tokyo y durante la exposición, los curadores del National Art Center escogieron 10 colombianos para hacer una exposición en este gran museo, entre ellos estaba Juliana

También hace parte de la galería online Saatchi Art una de las más grandes del mundo, Quedó seleccionada dentro de los 100 artistas emergentes que cambian las voces y las tendencias. Eso le dio visibilidad a nivel internacional y vendió piezas para Hong Kong, Suiza y Europa.

“Me convocaron de la Bienal de artistas internacionales de papel en Shanghai y escogieron una de mis primeras obras. Estuvo expuesta casi un año, fueron seleccionados más de 170 artistas y yo fui la única colombiana”.

Una de las grandes alegrías de Juliana es que a través del arte ha conocido muchos artistas increíbles de los cuales ha aprendido. Ella es una creadora amplia y generosa y esto ha hecho que el medio del arte en Bogotá la haya acogido. A su vez, apoya artistas que han necesitado algún empujón brindándoles sus conocimientos y consejos. Hoy en día también colecciona arte.

“El mensaje de Juliana a las mujeres de más de 40 años”

Un día decidió parar y ver su vida desde afuera y seguir sus instintos como mujer. Y ese segundo, esa milésima de tiempo, fue como un despertar en donde todo se imaginó menos iniciar su carrera como artista. Empezó a sentirse útil y hoy en día las horas en las que está trabajando, en las que su creatividad no tiene límites, se siente viva y con una gran alegría de llevar un pedacito de ella a casas en donde aman el arte, en donde existe esta gran sensibilidad de apreciar una obra.

Esta colombiana es la prueba de que las mujeres todo lo pueden, que no importa la edad, pues siempre empiezan nuevos ciclos. “La vida no se ha terminado, por el contrario, tenemos más experiencia, más madurez, más conocimiento y podemos hacer este pare dentro de la rutina de nuestro día a día”. Con su historia ella busca inspirar e impulsar a muchas mujeres a seguir su instinto sin miedo al fracaso, porque al fin y al cabo “todas serán experiencias y vivencias que quedarán en nuestro corazón y en nuestra vida. Las mujeres necesitamos sentirnos plenas y debemos creer en nosotras mismas”.

Esta colombiana sigue en la tarea de crear y de llegar a los lugares del mundo a los que le sea permitido, con sus obras de papel.  

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