La historia del marinero afro que lleva por el mundo los sabores de Colombia a bordo del Buque Escuela Gloria
El marinero primero, Bryan Sánchez, es un caleño orgulloso de sus raíces y de las tradiciones culinarias aprendidas en su hogar que hoy viajan por el mundo.
Sigue la travesía del Buque Escuela Gloria sobre el océano Atlántico en su recorrido hacia Amberes, Bélgica. Esta vez bordeando las costas de Peniche, una importante localidad pesquera del oeste de Portugal.
El buque insignia de la Armada Nacional está a 28 millas náuticas de su destino y le restan ocho días para llegar a la zona de fondeo.
Avanza a una velocidad de 16 kilómetros por hora y lo hace en un mar tipo dos con olas pequeñas y vientos que no superan los 10 nudos, mientras la tripulación hace mantenimiento a la nave que cumple 81 días navegando por aguas internacionales.
El chef y barista del Gloria
Este 21 de mayo, en el Día de la Afrocolombianidad, y mientras se acerca a su sexto destino, el buque embajador conmemora y reconoce el trabajo de su chef y barista, el marinero primero que lleva desde proa hasta popa los sabores más emblemáticos de Colombia.
Se trata de Bryan Sánchez, un caleño de 33 años, orgulloso afrocolombiano que lleva sus raíces en la sangre y que cada vez que llega a puerto se convierte en el embajador de nuestras tradiciones.
El gusto del marinero por la cocina surgió cuando tenía 15 años y veía a su abuela y a su madre preparar los mejores platos en casa. De ahí nació la inspiración para llevar a todo el mundo los sabores de su tierra.
La historia de una tradición que se mantiene viva
Su día empieza a las 3 de la mañana, con la preparación de los desayunos, luego sigue con el montaje del almuerzo, la cena y los refrigerios para la guardia mientras están navegando.
Como barista, prepara las mejores tazas de café, que no solo son una delicia para el paladar, sino una ventana a la cultura patria. El espectáculo de lo que hace es una demostración de su destreza y un acto conmemorativo a la historia del café y a las manos afro que han contribuido a su progreso.
Con cada movimiento preciso y con el aroma del café recién molido esparcido en aire, el marinero primero cuenta la historia de como su gente ha ayudado a mantener viva una tradición durante siglos.
Su trabajo es el recordatorio de que en el Buque Gloria viaja la diversidad y patrimonio cultural de nuestro país, que conquista cada vez más rincones del mundo.
Su contribución es invaluable para el buque embajador, que a bordo lleva cientos de historias de esfuerzo, dedicación y resistencia.