La incoherencia del ELN ante un cese al fuego que arrancó horas después de múltiples atentados

¿Arrancó un cese al fuego ELN con expectativas de cumplimiento? / Foto: AFP.

El Gobierno Nacional y el ELN acordaron la suspensión temporal de todas las operaciones militares para el avance de los diálogos de paz este 6 de julio.


Yhonay Díaz

jul 06 de 2023
03:31 p. m.

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Violencia en todas sus formas son los vestigios que preceden el inicio de un cese al fuego temporal entre el ELN y el Gobierno Nacional. Hostigamientos, secuestros, amenazas y sed de poder es lo que se ha vivido en Colombia, un país sumido en el conflicto, en las horas previas a la activación del acuerdo que haría parte fundamental de una hoja de ruta hacia la paz.

Después de concretarse el tercer ciclo de negociaciones entre una de las guerrillas más dominantes del país y la delegación de paz designada por el presidente Gustavo Petro, ambas partes acordaron establecer un cese al fuego bilateral, en el que se suspenden todo tipo de operaciones militares y acciones criminales para encaminarse hacia la ‘paz total’ que propone el Gobierno.

Todo lo que ha ocurrido en los últimos días deja un sinsabor frente a la expectativa de un país en conflicto que anhela el fin de las masacres, las extorsiones y los secuestros.

Para dilucidar y, tal vez, predecir de cierta manera lo que vendrá en estos 27 días “sin violencia” en el país, expertos en temas de paz, analizaron el panorama para el país a partir de este 6 de julio, día en el que arrancó el cese al fuego.

En contexto: Gobierno firmó decreto de cese de operaciones militares contra miembros del ELN

El violento inicio del cese al fuego bilateral

Para el investigador en temas de conflicto, Jorge Mantilla “los atentados de las últimas horas y los últimos días son un reflejo de cómo el ELN siempre se ha comportado cuando ha habido acercamientos con los diferentes gobiernos a lo largo de su historia”.

El panorama del inicio del cese al fuego, que va desde este 6 de julio al 3 de agosto, está marcado por la situación de orden público en diferentes partes del país. Esta situación no solamente estaría asociada a las acciones del ELN, sino al colapso de las diferentes negociaciones de ‘paz total’ que ha entablado el Gobierno de Petro, entre ellas el caso de Buenaventura y las recientes acciones ofensivas del Clan del Golfo contra líderes sociales y comerciantes.

“Lo que estamos presenciando es el repertorio de esta organización durante los últimos años, de cara a cualquier proceso de paz: aumentar sus acciones armadas, incrementar ataques contra la fuerza pública y contra la sociedad civil, secuestrar y retener personas y luego “liberarlas”, como manifestación de su voluntad de paz”, explicó el investigador.

Sin embargo, en este punto, lo que realmente importa es qué va a hacer el Gobierno de turno para impedir que ese libreto que ha mantenido el ELN siga avanzando en el país.

En este contexto, para Andrés Macías, investigador de la Universidad Externado:

Los recientes atentados del ELN reflejan la falta de cohesión y diferentes facciones dentro del grupo”. Lo que en pocas palabras definió como “una estrategia para mostrar su capacidad militar antes de entrar en un cese al fuego

Vea también: ELN anunció que detendrá sus acciones violentas contra la fuerza pública

La configuración del ELN es diferente a la de las Farc

“A diferencia de las Farc, el ELN no es un organismo piramidal, donde las decisiones que tomen unos pocos actores todo el mundo las va a acatar por igual. El ELN tiene una configuración mucho más horizontal que lleva a que las decisiones no se tomen de la misma manera”, dijo Macías.

Al mismo tiempo el experto en conflicto y paz indicó que dentro del mismo ELN hay diferentes facciones y actores que tienen cierto control o interés territorial en algunos de los espacios donde opera, lo que llevaría a que es posible que esos grupos no estén del todo de acuerdo con lo que se está negociando con el Gobierno.

El ELN quiere dejar esa imagen ser un grupo fuerte, sólido, con una capacidad militar muy alta. Esa es la imagen que quieren mostrar antes de entrar a ese inicio de cese al fuego

En este punto en particular coincide el profesor Mauricio Jaramillo Jassir en su columna de opinión para NoticiasRCN.com: “El ELN aún no aprende, ni entiende que los avances militares dejaron de significar ventajas estratégicas en la negociación. Por el contrario, allanan al camino para generar consensos sobre la riesgosa tesis de que una victoria militar del Estado aún es posible”.

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¿Hay garantías para que se cumpla el cese al fuego con el ELN?

Las garantías del cumplimiento del cese al fuego entre el ELN y el Gobierno tienen que ver con el mecanismo de monitoreo y verificación del que hacen parte la Conferencia Episcopal y las Naciones Unidas, pero “en este momento realmente la política de ‘paz total’ depende del ELN. El ELN lo sabe y por tanto ha tomado esta actitud que se podría calificar como soberbia, porque en últimas el recrudecimiento de la violencia tiene que ver con el colapso táctico de las diferentes conversaciones que ha establecido el alto comisionado de paz, así como su incapacidad para sostenerlas a través del tiempo”, señaló Mantilla.

Lo que podríamos esperar es un incremento del control territorial del ELN y probablemente también un aumento del control social y territorial por parte de esta organización, aseguró Jorge Mantilla.

Pero el panorama no gira en torno al cumplimiento de este tipo de acuerdos de cese de hostilidades porque como lo explicó Macías “con tantos grupos armados en el país, s disputando ese territorio, ese control de economías criminales en los territorios donde está el ELN, es muy factible que el ELN no puedan dejar de adelantar acciones militares o acciones ofensivas contra diferentes grupos, donde la población quede en medio y donde la fuerza pública va a tener que intervenir”.

“Muy fácilmente el cese al fuego se podría violar, bien sea porque el ELN ataca a otros grupos armados y en aras de supuestamente defenderse termina atacando la fuerza pública o a la población”, enfatizó Macías. 

“Es un cese de fuego que es muy pronto en el proceso de negociación que se hace en un contexto muy complejo donde hay otros grupos armados con quienes no hay acuerdos, lo que hace que el que esta medida sea muy débil. Yo no creo que termine siendo sostenible en el mediano plazo”, concluyó el investigador de la Universidad Externado.

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