La pesadilla acabó, policías que habían sido secuestrados en Caquetá ya están de vuelta a casa
Luego de horas de zozobra y caos los policías que habían sido secuestrados en el sector de Los Pozos, Caquetá fueron liberados y ya están en casa.
Noticias RCN
10:49 p. m.
Ya se encuentran en Neiva los 70 policías que habían sido secuestrados por la guardia campesina en San Vicente del Caguán junto a 9 funcionarios de una petrolera. La mediación de la Defensoría del Pueblo y de los ministros de Defensa y del Interior permitió el regreso a la libertad. Noticias RCN ha sido testigo de los primeros encuentros con sus familiares.
En camiones y escoltados por los integrantes de la guardia campesina fueron trasladados los 70 uniformados de la Policía Nacional y los seis funcionarios de la petrolera que permanecieron secuestrados por más de 30 horas.
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Tuvo que pasa todo este tiempo para acabar la humillante marcha a la que fueron sometidos estos policías y pasar a una en la que solo se oyeran voces de cariño y agradecimiento. Una en la que los videos de celular no fueran para deshonrarlos, sino para mostrarlos rodeados de brazos dispuestos a abrazarlos por haber cumplido su deber hasta el último minuto.
Eran las 7:30 p.m. cuando en Neiva se oyeron las sirenas del regreso. El reencuentro fue conmovedor hasta las lágrimas. Los compañeros de la unidad secuestrada por los campesinos no tuvieron reparos en demostrar la unión que tienen como grupo, y en el comando de policía de la ciudad todos supieron que esos hombres que salen vestidos de armadura a cumplir su misión también sienten, también ríen, también abrazan.
Faltó una bienvenida por dar, el grupo llegó incompleto pero fuerte. Las 30 horas de incertidumbre no acabaron con el amor por su servicio, y estar cerca de sus familias fue la recompensa más grande. Este fue el gesto con el que todos aquellos que estuvieron de su lado pudieron decir gracias, y bienvenidos a la libertad.
“No me lo esperaba. Volver a estar con mi familia y mis compañeros”, señaló uno de los uniformados liberados. Por otro lado hubo quienes manifestaron "lo más duro es el momento en el que a uno se le pasa toda la vida por delante No poder hacer nada es algo fuerte, aún más cuando nos habían asesinado a un compañero. Es duro, pero acá estamos de nuevo".