La verdadera Valentina Trespalacios: sostenía a su familia y era una mujer exitosa
Aunque mucha información está acabando con su imagen, solo sus amigos y familiares conocieron la verdad de su existencia. Esa que le arrebataron.
Katheryne Ávila
05:17 p. m.
No hacen falta que pasen ni siquiera 24 horas para que el país vuelva a estremecerse con un feminicidio. El patrón parece ser el mismo: un escándalo en el que las autoridades colombianas actúan con rapidez, noticias por todas partes que rebuscan hasta el más profundo secreto de los involucrados (pero en especial de la víctima), un país indignado, un sistema de justicia lleno de trabas para las mujeres, una familia destrozada que tiene que atender la indolencia de algunos medios, y, finalmente, lo que siempre ocurre: un caso olvidado que se convierte en parte de una cifra.
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El caso de Valentina Trespalacios es la muestra de esto. Desde el pasado 22 de enero, día en el que su cuerpo fue encontrado en un contenedor de basura al interior de una maleta, el rompecabezas de su asesinato se comenzó a construir. El principal sospechoso, su pareja John Poulos, hoy está a la espera de una orden que lo obligue a cumplir una condena de hasta 50 años en una cárcel colombiana.
Mientras tanto, su familia y cercanos han tenido que soportar no solo el dolor de la pérdida, también las informaciones que vienen y van acerca de la vida personal de Valentina: que si le pedía dinero a su novio, que si solo estaba con él por interés, que era infiel, interesada, y hasta parte de una red de estafadoras conformada por ella y su mamá.
¿Por qué las víctimas pasan a ser culpables en este país?, ¿por qué su vida personal se convierte en una razón para ser asesinada?
Lo cierto es que Valentina Trespalacios es mucho más que una mujer a la que quitaron la vida. Era una joven de 21 años que a su corta edad había construido una exitosa carrera: ganó premios por ser la mejor mujer DJ, se presentó en escenarios internacionales, apoyó económicamente a su madre y hermanos, y tenía una lista de sueños que escribió en diciembre del año pasado. Lo que haría en este 2023.
Quién mejor para hablar de ella que su propia familia y amigos, quienes en verdad la conocían. Noticias RCN.com contactó a su hermano, Felipe Trespalacios, pero no para preguntarle del dolor de su pérdida o su mensaje para el asesino: esos son asuntos íntimos que hacen parte de un duelo personal, no público.
De lo que Felipe habló con este portal fue de quién era realmente Valentina Trespalacios, la persona con la que compartió su vida desde que nació, su hemanita menor.
“Vale era muy juiciosa, siempre lo fue. Mi mamá siempre luchó por nosotros, estuvo ahí delante siendo madre cabeza de familia, y mi hermana y yo vimos eso y aprendimos muchos valores. Por eso queríamos verla bien, que dejara de correr y de trabajar tanto para pagar arriendo. Yo siempre he ganado un mínimo en una empresa normal, pero a mi hermana gracias a dios se le presentó la oportunidad de estudiar en la academia CEA, también hizo la carrera de DJ y validó el bachillerato”, cuenta Felipe.
Lo que más admiraba de su hermana era lo juiciosa que era. Incluso contrario a lo que se creería de una persona que trabaja en discotecas y bares, Felipe afirma que a ella no le gustaba la rumba. “Cuando ella se comenzó a volver famosa, yo le decía que quería ir de fiesta y ella me respondía ‘mira Felipe, yo no voy de fiesta, voy y toco una hora y me voy para la casa. Allá vas a gastar mucha plata, ahorra y ayuda a mi mamá’, siempre me decía: ‘si tú ayudas a mi mamá, Dios nos va a bendecir’”.
Y así fue. Valentina era una mujer que no tenía nada. Creció en medio de la dificultad y gracias a su madre, que la sostenía económicamente haciendo aseo en casas o con trabajos varios. Pero por su disciplina logró tenerlo todo: fama, dinero y felicidad. Lo mejor de ella, según su hermano, es que siempre quería más, buscaba hacer muchas cosas además de ser DJ. Estaba en la universidad, soñaba con llenar su pasaporte de sellos y comprarle una casa a su mamá.
“Yo admiraba mucho eso, yo con 24 años no logré ni un poquito de lo que ella logró con 21. Me encantaba su sonrisa. Amo todo de ella y extraño todo de ella”, dice con nostalgia Felipe.
Valentina se despidió de su hermano antes de morir
La relación entre Valentina y su hermano fue muy cercana. “Ella es mi hermanita menor, somos los dos por parte de madre y padre, ya por parte de mi mamá hay dos hijos más. Crecimos juntos y siempre íbamos de la mano, éramos muy unidos, la familia veía eso y se les hacía muy bonito. Ya cuando estábamos grandes cada uno tomó su camino y nos alejamos un poco, pero siempre estuvimos ahí, ayudándonos en lo que pudiéramos”.
En diciembre del año pasado Valentina le escribió un mensaje, algo así como una despedida sin saberlo. “La última vez que hablé con ella fue en diciembre, esa vez se despidió de mí y yo no sabía. Me dijo 'pipe, te amo mucho, mira lo que has hecho en estos años, mira lo que vas a hacer en los próximos, preocúpate por ti y lucha por mi mamá'”.
Siempre su mamá, siempre su familia. Valentina Trespalacios era una de esas hijas que lo da todo por la mujer que la sacó adelante. Su hermano la describe como “la mamá de todos”.
“Yo le decía Valeriuska y me decía: ‘ay qué favor me vas a pedir’, y yo le respondía: ‘no, yo te amo mucho, por favor préstame algo, (ríe) y ella me daba una cantaleta que ni siquiera mi mamá me daba y luego me prestaba. Era muy linda”.
Su sueño de ser DJ llegó por casualidad
“Cuando estábamos pequeños estudiábamos en un colegio público, ella era medio ñerita (ríe) entonces yo le decía Vale no te pongas esas cintas en el cabello, no te recojas la chaqueta mira que te ves muy ñerita, y ella no me hacía caso. Pero ya después ella comenzó a salir a fiestas y a sus 16 años, en una de esas, el mánager le dijo que tenía potencial y chispa, que estudiara. Vale aceptó porque mi mamá nos enseñó que somos humildes y que hay que aprovechar las oportunidades que nos da la vida, entonces comenzó a estudiar, pero ella no se quería quedar ahí, lo amaba, pero quería hacer más cosas. Valentina es un ejemplo para hombres y mujeres, porque con nuestra vida, muy dura, y sin tener nada llegó a tenerlo todo”.
Sobre su condición económica mucho se ha hablado. También se ha dicho que le recibía dinero a John Poulos, pero lo cierto es que Valentina tenía para sostenerse por sus propios medios, era una mujer que ahorraba y que trabajaba de día y de noche para lograr sus sueños.
“Ella le enseñó a ahorrar al mánager. Él siempre regalaba o botaba las monedas y Vale le decía ‘no, guárdalas y ahorras mucha plata’, y entonces ella se las recogía y cuando él vio todo el dinero que ahorraba dijo como, ‘uy voy a guardarlas’”, dice.
“Sin tener novio ahorraba todo, le ayudaba mucho a mi mamá, ella no trabajaba por los niños, pero podía hacer aseo por días y así se ganaba la vida, entonces mi hermana le decía ‘mami, yo te ayudo, pero consigue trabajo, lucha, no te quedes así’”, agrega.
Además de ayudarle a su madre, lo hacía con sus hermanos. “Mi mamá no tenía como, teníamos para vivir, pero no para disfrutar nada, entonces mi hermana los llevaba al cine, a comer, eran como sus hijos”.
Estoy muy orgulloso de mi hermana porque por más de que le fue bien, nunca se olvidó de nosotros.
Así la describe su familia, como una mujer excelente, como merece ser recordada. “Una guerrera, una muchacha luchadora, echada para adelante, preocupada por su familia, juiciosa y un ejemplo para mí y para todos. Yo no sé que más hacer con mi vida, y solo tengo las palabras de ella diciéndome ‘pipe, no renuncies’”.