La vida oculta de Jonathan Torres lo compromete en la desaparición de Adriana Pinzón
El abogado defensor del cuñado de la psicóloga reveló detalles insospechados de la vida de su cliente.
Noticias RCN
09:28 p. m.
Luego de la desaparición de la psicóloga Adriana Pinzón, el pasado 7 de junio, en Chía, todas las evidencias apuntan a que su cuñado, , estaría involucrado en lo que ocurrió con la mujer.
De acuerdo con la versión del principal sospechoso del caso, él estuvo en el apartamento de su cuñada, ubicado en Zipaquirá, en condición de ‘paciente’, donde supuestamente buscaba ayuda profesional con la psicóloga por un triángulo amoroso por el que estaría atravesando.
Según información revelada por su abogado a El Tiempo, Torres tenía una relación con otra mujer, pese a que seguía al lado de Pilar Pinzón, hermana de la desaparecida.
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La vida oculta de Jonathan Torres
Jimmy Narváez, es quien funge como abogado de Jonathan Torres. Este, habría aportado información importante sobre los antecedentes de la vida de su cliente antes de los abruptos cambios de residencia que ha tenido en distintas partes del país, incluso antes de dedicarse a la labor que desempeñaba con animales en una tienda veterinaria.
Jonathan Torres es de origen llanero, de El Castillo, en Meta, y tiene 42 años. Es la pareja actual de Pilar Pinzón, hermana de la desaparecida.
Narváez indicó que su cliente aparentemente tuvo una niñez normal, pero en su juventud se hizo miembro de la Policía, francotirador y experto en explosivos; además Torres habría trabajo en zonas del país calificadas como roja, situación que pudo marcar su vida para siempre. Al decidir dejar su profesión de Policía, se inició en el trabajo veterinario.
Aunque Torres niega rotundamente haberle hecho daño a su cuñada, su defensa apela porque el hombre podría tener afectaciones psicológicas producto de su experiencia como Policía.
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La versión de Jonathan Torres sobre las evidencias
Pese a que todas las pruebas lo incriminan hacia los delitos de desaparición forzada y homicidio, Torres niega tener relación y/o conocimiento de lo que ocurrió con la mujer después de que se vieron para la negociación de un vehículo.
Ante evidencias como la pesada bolsa de basura, el señalado asegura que se trataba de varias cobijas y almohadas que necesitaba para adecuar un espacio en donde, posteriormente, llevarían animales.
Mientras que sobre el testimonio que lo compromete aún más con el caso, se conoció que la confesión de que el morral con dos cuchillos manchados de sangre y los documentos de la psicóloga que tenía en su poder el acusado, fue hecha por el hermano de la supuesta mujer con la que tenía una relación clandestina, y con quien habría tenido alguna rencilla por un supuesto préstamo de dinero, lo que generó la reacción del hombre que lo vendió ante las autoridades.
Las autoridades continúan atando cabos de acuerdo con las evidencias que han sido recabadas a lo largo de la investigación, y que toman más fuerza al conocerse el pasado de la vida que en algún momento llevó Jonathan Torres.
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