Las anécdotas detrás de los 380 artículos de la Constitución de 1991
La carta magna era tan bien cuidada que, en una ocasión, ni siquiera el ingeniero que la encriptó podía acceder a los archivos.
Noticias RCN
05:19 p. m.
Este 4 de julio de 2021, la Constitución Política de Colombia está cumpliendo 30 años. Un proceso que estuvo lleno de historias y anécdotas, algunas incluso parecen sacadas de una novela de Gabriel García Márquez.
Eran sesiones acaloradas en la que se discutía la brújula que guiaría al país con su carta política. Plenarias extensas que tienen más de una historia en la cristalización de sus 380 artículos.
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"Recuerdo, con mucho cariño, las reuniones que teníamos antes de empezar las reuniones de la constituyente. Se citaba a las 9:30 a.m., porque trabajábamos casi hasta las dos de la mañana. Fíjense qué hace la gente de mayor importancia, Pastrana, Álvaro Gómez, Serpa, llegaban temprano y se sentaban como en una salita a conversar, a hacer acuerdos, yo me metía mucho en esas reuniones porque ahí se aprendía", contó Eduardo Verano, exconstituyente.
Para poder aprobar un artículo se necesitaban 37 votos. De no alcanzar la votación no iban precisamente al cuarto de ‘San Alejo’, se iban derecho al ‘zoológico’.
"Idea importante que no tenía 37 votos sencillamente no pasaba. Jacobo Pérez, quien era el secretario general de la constituyente, tenía un folder donde iba metiendo los artículos que no habían sido aprobados. Nosotros le decíamos a ese folder el zoológico, porque estaba lleno de culebras, micos, esa era una manera de decirle", recuerda Verano.
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La bancada costeña le apuntaba a la ley de entidades territoriales y les faltaba un voto para la aprobación, la solución estaba en un constituyente del alto Baudó, que por esos días luchaba contra el paludismo.
"Éramos estrictamente 37. Cuando nosotros entendemos que Birry está en la clínica y que era el voto 37, se nos derrumbaba todo. Era una situación complicada. Lo fuimos a buscar a la clínica a la una de la mañana. Vino, sudando, votó y se fue nuevamente para el hospital a las dos de la mañana", relata Eduardo Verano.
Tan bien cuidada fue la carta magna que le fueron confiados sus secretos a un experto de sistemas de la época, quien lo encriptó tan bien que ni siquiera él mismo lograba descifrar la clave.
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"Hubo un problema. Se encriptaron algunos archivos, se les puso una seguridad, y después no había manera de desarrollar el sistema de seguridad para poder tener acceso a lo que nosotros mismos habíamos escrito", afirma el exconstituyente.
Anécdotas que recuerdan con alegría los exconstituyentes. Historias que no aparecen reflejadas en las páginas del texto final, pero que a fuerza de pupitrazos por las risas y de permanecer intactos los recuerdos en la memoria hacen parte de la carta magna de las anécdotas constitucionales.