Los candidatos presidenciales que han sufrido atentados en Colombia
La historia de la política colombiana ha estado marcada por momentos de violencia que, con la muerte del precandidato por el Centro Democrpatico, parecen no terminar.
Noticias RCN
09:24 a. m.
El atentado registrado el 7 de junio, en horas de la tarde, en contra del precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, llevó a que el país recordara la violencia de finales de los 80 e inicios de los 90, que cobró la vida de tres aspirantes a la presidencia.
Una historia que se repite este lunes 11 de agosto, luego de que la Fundación Santa Fe aunciara el deceso del exsenador, que, en su niñez, se enfrentó también a la violencia política cuando su madre, la periodista Diana Turbay, fue asesinada por ordenes del narcotraficante Pablo Escobar Gaviria.
El caos por el asesinato de Luis Carlos Galán cuando era candidato a la presidencia
Entre 1980 y 1990, Colombia vivió uno de los periodos más crudos de la historia en la política. El narcotráfico, los grupos guerrilleros y los carteles del crimen organizado ejercieron una presión violenta sobre el sistema democrático. En la campaña presidencial de 1990, tres candidatos fueron asesinados en menos de ocho meses, en una tragedia que dejó una huella indeleble en la memoria nacional.
El 18 de agosto de 1989, Luis Carlos Galán, el favorito a ganar la presidencia por el Partido Liberal, fue asesinado en Soacha mientras saludaba a sus simpatizantes en una plaza pública. Uno de cinco disparos en contra de su vida perforó su aorta abdominal, causándole un paro cardiorrespiratorio. La autoría intelectual del crimen recayó sobre Pablo Escobar.
Siete meses después, el 22 de marzo de 1990, Bernardo Jaramillo Ossa, candidato por la Unión Patriótica, fue baleado por un sicario de apenas 16 años en el Puente Aéreo de Bogotá. Jaramillo representaba una opción política para los sectores excluidos, pero su vida fue truncada por la misma violencia que había golpeado a su movimiento político durante años.
El horror continuó. El 26 de abril de ese mismo año, a solo un mes de las elecciones, Carlos Pizarro Leongómez, líder del recién desmovilizado M-19, fue asesinado a bordo de un avión comercial. Su candidatura era símbolo de reconciliación y esperanza, un puente entre las armas y la política que fue brutalmente destruido.
Incluso quienes lograron sobrevivir a la violencia no escaparon del peligro. El 3 de marzo de 1989, el entonces precandidato Ernesto Samper sufrió un atentado. Años más tarde, en 2002, las Farc atacaron la caravana del candidato Álvaro Uribe Vélez con explosivos en Barranquilla, dejando claro que la amenaza contra la democracia seguía latente.
El horror volvió a permear la política con el atentado contra Miguel Uribe Turbay
Después de 30 años, Colombia volvió a enfrentar un escenario de polarización extrema y la muerte de Miguel Uribe Turbay despertó en millones de ciudadanos un sentimiento de angustia, ante la posibilidad de que esos tiempos, que parecían habían quedado atrás, se repitan.