Los dos colombianos que murieron en el accidente aéreo en los Alpes franceses

María del Pilar Tejada Ocampo viajaba en el avión Airbus A320 de la aerolínea alemana Germanwings, con ruta Barcelona (España) - Dusseldorf (Alemania), allí encontró la muerte tras el accidente de la aeronave.

Era una joven de 33 años. Se graduó de economía de la Universidad Nacional de Colombia y desde entonces se empezó a dedicar al tema del desarrollo. En 2009 terminó una maestría en la Universidad de los Andes y se convirtió en becaria de la Fundación Carolina por excelencia laboral y académica.

Trabajó en el Departamento Nacional de Planeación y se hizo acreedora de una beca en Colciencias, que sólo pone los ojos en los proyectos de mayor futuro, y se fue a estudiar a Alemania un doctorado.

Hace dos años conoció a Carlos Andrés Suárez y en enero de 2014 se casaron en Colombia, objetivo que querían cumplir antes de irse a estudiar a Europa, cada uno en un país distinto.

Durante este último año la pareja viajaba de país en país para poderse ver, a veces a España y otras veces a Alemania. En esta ocasión era el turno de María del Pilar de ir a visitar a su esposo, un vuelo que sale 18 veces al día de Barcelona a Dusseldorf, pero desafortunadamente ella escogió el de las 9:45 de la mañana.

Luis Eduardo Medrano es la otra víctima colombiana del vuelo. Era un arquitecto que vivía en Guinea Ecuatorial desde hace siete años. Estaba de vacaciones en Europa, pero tenía todo listo para regresar definitivamente al país y radicarse en Popayán de donde era oriundo.

Luis Eduardo Medrano viajó a Alemania para recoger a su hija de siete años con quien tomaría sus últimas vacaciones en Europa antes de regresar a Popayán.

Medrano se graduó del colegio Champagnat de Popayán en 1997. Su vocación como arquitecto lo convirtió en profesional de la Fundación Universitaria de Popayán.

En 2007 se graduó con honores y de inmediato se fue a trabajar a Guinea Ecuatorial en una multinacional dedicada a la construcción.

Después de siete años de trabajar en África su sueño era regresar a su ciudad natal para compartir sus conocimientos con los futuros arquitectos.