Los fracasos que motivaron a Jhonier Leal a matar a su mamá y su hermano

En el segundo capitulo de “De Yhonier a Caín, tras las huellas de un asesino”, documental de investigación de Noticias RCN, que salió este martes, se pudo ver cómo fue la llegada de Mauricio Leal y Jhonier Leal a Bogotá y cómo en esta ciudad fue en la que se hicieron fuertes las rencillas que terminaron ocasionando que Jhonier le quitara la vida a su hermano y su mamá para intentar quedarse con todo. Tras varios fracasos lo único que le quedaba, pensó, sería matar a Mauricio y Marleny para por primera vez ser el rey.

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María Dinner Hernández, tía de Mauricio y Jhonier contó que “A Jhonier le gustaba mucho la plata pero no tenía mucho éxito. Él se sentía como menospreciado. Se sentía más bajo que Mauricio porque su hermano subió y él no. Se sentía estancado, mientras que mi Dios le dio las bendiciones a Mauricio”.

Y justamente quien le abrió las puertas de Bogotá a Jhonier fue Mauricio. Según cuenta la tía María Dinner, “Mauricio le dice. Hermano, usted por qué no se viene para acá. Usted tiene un gran talento, es buen colorista. Mauricio le pagó los primeros meses de arriendo para que él se pudiera traer a Bogotá a vivir a la esposa”, asegura.

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Mauricio le dice. Hermano, usted por qué no se viene para acá. Usted tiene un gran talento, es buen colorista. Mauricio le pagó los primeros meses de arriendo para que él se pudiera traer a Bogotá a vivir a la esposa

Jhonier llegó a Bogotá a trabajar con Mauricio pero no tuvo éxito. El menor de los hermanos tenía un don especial. “Él tenía unas manos maravillosas, yo nunca me dejé tocar de nadie más”, asegura una de sus clientas más fieles, la cantante Shaira.

Por su parte, uno de los trabajadores de la peluquería dice que las clientas que eran atendidas por Jhonier quedaban satisfechas con su trabajo pero sentían una desconexión. “Con Mauricio era diferente”, asegura.

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Los primeros roces entre Mauricio Leal  y Jhonier Leal en Bogotá

“Ellos vinieron a dañar la relación cuando Jhonier vino a Bogotá a trabajar a la peluquería de Mauricio. Era lógico que no iba a tener la misma clientela de los estilistas que ya estaban con Mauricio acá en Bogotá. A Jhonier eso le daba rabia y por eso quiso abrir su propio camino”, cuenta la tía María Dinner.

Ellos vinieron a dañar la relación cuando Jhonier vino a Bogotá a trabajar a la peluquería de Mauricio

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Y para alimentar el malestar de Jhonier, lo único que no tenía la peluquería de Mauricio, era techo. La prosperidad se quedó a vivir con Mauricio Leal y lo empujó al cielo junto a sus finanzas. “Él podía hacer en una semana 100 o 150 millones de pesos. La peluquería estaba full de jueves a sábado y por ejemplo, el color podría costar mínimo 500 mil pesos por cliente”, asegura una trabajador de la peluquería.

La alerta de Jhonier a Mauricio

En medio del apogeo y las entradas millonarias, Jhonier quiso hacerle ver a su hermano comportamientos extraños de otros trabajadores. “Hacían muchas cosas bajo cuerda y Mauricio no las veía porque estaba como cegado. Jhonier le quiso decir, hermano pasa esto, esto y esto. Pero él siempre le decía: ‘Enfóquese en usted. No sea envidioso, deje que los demás progresen. Usted tiene envidia porque a mi me va bien, me gasto la plata y me la disfruto. Usted no puede”, relata un trabajador.

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El fracaso de Jhonier al querer brillar por sí mismo

Entonces Jhonier empeñó la vida en busca de luz propia. Renunció a la peluquería de Mauricio, hizo un préstamo en el banco de 300 millones de pesos y montó su peluquería. También abrió tres almacenes y puso a trabajar a su familia, pero al poco tiempo, ningún almacén le dio resultado.

Una vez más fracasó. Las deudas le cortaban la respiración, mientras que Mauricio Leal Peluquería ya no era sólo un lugar con salón de belleza sino un spa, bar-restaurante y todo aquello que enamorara a la clientela.

Vea tía, yo a mi hermano no le tengo pesar de nada, él tiene que trabajar porque es un perezoso, es un envidioso, porque él no se merece nada. No se merece nada de lo que yo tengo

“Estábamos almorzando y le digo a Mauricio. Me da pesar con Jhonier. A él no le entra gente a su peluquería, mantiene con un estrés horrible, se la pasa con la cara roja del estrés.  Me dijo: ‘Vea tía, yo a mi hermano no le tengo pesar de nada, él tiene que trabajar porque es un perezoso, es un envidioso, porque él no se merece nada. No se merece nada de lo que yo tengo’”, contó María Dinner.

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Si se tratara de una competencia, Jhonier siempre perdía. Hasta en ese viejo sueño de cantar, de donde nunca pudo pasar de sencillas dedicatorias. Mauricio pudo ser artista por un día, cantando en unos videos para una obra benéfica. Todo eso lo fue motivando a acabar con la vida de su hermano. Y para quedarse con todo debía matar a su mamá, lo que no le tembló la mano para hacerlo.

Por dinero, por rabia o desamor. Jhonier asesinó a su mamá y a su hermano. Este miércoles, en el próximo capitulo de “De Yhonier a Caín, tras las huellas de un asesino”, mostraremos los secretos de su casa, en donde ocurrió el crimen, ubicada en el conjunto Arboretto, en la vía a La Calera.

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