Los paraísos en el Valle del Cauca que abren sus puertas al mundo, en medio de la COP16

Miles de personas llegarán a Cali para participar de la COP16, el evento más importante del mundo sobre biodiversidad, y por supuesto que la región abre sus puertas para mostrar al planeta la belleza natural de este departamento colombiano.

San Cipriano es un pequeño pueblo ubicado a 200 metros sobre el nivel del mar cerca de Buenaventura, y para llegar a este lugar rico en biodiversidad y con una energía restauradora, es necesario llegar a Cali y luego por vía terrestre recorrer tres horas que lo adentran a un mundo verde.

En San Cipriano todo evoca mar, naturaleza y riqueza. Desde la llegada las personas nativas conocen lo que pide el turista. La infraestructura es rudimentaria con madera y cuerdas que recuerdan la sencillez de lo realmente importante de la vida.

Un puente colgante que permite atravesar el rio Danubio es el sendero perfecto para llegar a los rieles de un tren desaparecido, pero con un gran legado, rieles que ahora son aprovechados por las famosas ‘brujitas’, un medio de transporte tan sencillo como útil: piso de madera, sillas de espuma y cuerina, arrastradas por una moto que se encarrila y como si se tratara de la mitad de la máquina, funciona perfecto. Se adentra en la selva para ese contacto con el oxígeno, con la vida.

Y desemboca en el rio Danubio. Agua pura, cristalina y helada. Ese recurso vital que limpia y que refuerza el sistema nervioso del ser humano, mientras tanto quienes viven allí aprovechan los recursos y les dan la utilidad para que quienes se dejan sorprender.

Ya en el puerto las cosas son diferentes: un ritmo más agitado, movimiento, y mucho que hacer. Es una ventana para la economía, entrada y salida de barcos cargados de recursos que dotan a nuestro país de materia prima, un acceso primordial para Colombia.

En mar adentro todo el ambiente es reparador, se respira magia, sanación, pureza. Llegar a playa dorada en Maguipi es sinónimo de riqueza, un lugar con clasificación azul. La que reciben los buenos lugares, los que están llenos de riqueza.

La belleza del lugar se ve adornada por cantos, sonidos de quienes saben cómo se hace el llamado.

Buenaventura uno de los diez puertos más importantes de Hispanoamérica, mueve cerca del 60 % del comercio internacional del país, pero más allá de ello es su representación, el cuenco sagrado que recarga con cada sonido que evoca.