Los símbolos de ostentación que dejó Iván Mordisco en su primera aparición pública: camionetas y armas
El comandante de las disidencias reapareció con un fusil de calibre 5.56 y una lujosa camioneta en la que era transportado. ¿Qué mensaje envía esto al Gobierno?
Katheryne Ávila
02:04 p. m.
Iván Mordisco, jefe de las disidencias de las Farc, que se presumía estaba muerto, reapareció para presentarse en un evento público que tuvo lugar en los Llanos del Yarí. Allí el Estado Mayor Central de las Farc anunció que instalaría una mesa de diálogos el 16 de mayo para iniciar un acercamiento de paz con el Gobierno.
Varias propuestas fueron informadas a los asistentes del evento: diálogos en Noruega, tregua con el ELN, voluntad de paz y demás. Un discurso que aparentemente demuestra una intención clara de sentarse en la mesa para hablar, pero lo que llamó la atención, más allá de las palabras, fueron los símbolos.
Cabe recordar que Néstor Gregorio Vera, alias Iván Mordisco, es acusado de delitos como reclutamiento de menores, extorsión, minería ilegal y múltiples atentados contra la fuerza pública. Cuando apareció en la concentración sorprendió la lujosa camioneta en la que se transportaba y el arma que cargaba en su espalda, un fusil de calibre 5.56 fabricado en Israel y que tendría un valor de $30 millones.
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¿Si la voluntad de paz de las disidencias existe, porque su máximo líder llegó armado?, ¿Sería este un mensaje para mostrar su poder ante el Gobierno Nacional? En NoticiasRCN.com le preguntamos a expertos que significarían sus gestos en el marco de la paz total, y también qué retos tendrá el Gobierno para llegar a acuerdos con una organización totalmente distinta a las originales FARC.
Carlos Arias, experto en comunicación política y profesor en la Universidad Externado, dijo a este portal que entre las disidencias y las tradicionales Farc hay varias diferencias sustanciales: "muchos de ellos están vinculados directamente con el negocio del narcotráfico. A pesar de que su mensaje a la opinión pública es de revolucionarios, hay varias pruebas de que su pelea por el territorio es directamente por la rutas y corredores de distribución de droga".
En segundo lugar, el alcance que estas tienen es menor al que tenían las antiguas FARC, con presencia territorial en todo el país, mientras que las disidencias solamente opera en algunas zonas y "su presencia es más desde el terrorismo".
Con esta visión coincide Javier Garay, experto en temas políticos y quien asegura que hay una diferencia evidente en términos de cifras, miembros en sus filas y contexto en el que se presentan las disidencias. "Esto permite anticipar un tipo de fortalecimiento de cara a la negociación en un tema de imagen", dijo. Pero también hay otras en cuanto a fuentes de financiación y dinámicas de acción que son distintas. “Las disidencias no tienen intención política, y eso genera cambios en cómo se puede esperar que actúen en la negociación”, explicó.
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Iván Mordisco llegó a concentración en lujosa camioneta y armado
“Más que una lectura personal, es un mensaje semiótico y simbólico que este delincuente y terrorista busca enviar: poder, autoridad, independencia y soberanía”, afirmó Carlos Arias sobre las imágenes que se conocieron del jefe de las disidencias en las que porta un fusil en su espalda.
“Si bien es un mensaje para plantear una línea de base en la negociación, es irrespetuoso con la población civil, desafiante con las fuerzas militares y los miembros del Partido Político Comunes que desde la vida democrática hoy son alternativa civil”, agregó.
Por su parte, el analista Javier Garay considera que lo que estaba haciendo el grupo al margen de la ley era desplegar y mostrar poder y control territorial. “Esta gente tiene unos ingresos y unas economías de guerra que no sé qué tanto puedan ser suplidas por un eventual acuerdo del Gobierno Nacional”. Respecto a su voluntad real de paz, el experto asegura que no es lo más relevante de las negociaciones que inician.
“No es un tema de voluntad, es un cálculo costos y beneficios que tendrían de un acuerdo”, dijo Garay.
A lo que agrega que la balanza entre el Gobierno Nacional y las disidencias estaría desequilibrada por una intención desesperada del Gobierno de lograr la paz, y del otro lado, un grupo al margen de la ley que tiene poder, armas, control territorial, ingresos y negocios ilícitos con los que se lucran.
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Los retos del Gobierno Nacional con las disidencias para lograr paz total
Para Arias, el principal reto que enfrenta el Gobierno Nacional es “el mismo que critica Petro en el acuerdo anterior y es que no se tenga el recurso suficiente para la implementación de los acuerdos o que en la discusión algunos actores armados se levanten porque las prebendas que entregue el proceso no sean las mismas y no se puedan equiparar grupos delincuenciales con movimientos revolucionarios”. A esto se suma la desconfianza generalizada porque el grupo ya tuvo una oportunidad para negociar y no la acogió.
De acuerdo con Garay, las actividades ilícitas como minería ilegal, tráfico de personas y demás dinámicas delincuenciales de las que se lucran dificultan las posibilidades del diálogo, pero además hay un reto interno del Gobierno de prepararse para reconocer la madurez de la estructura y la disposición verdadera de paz. “El Gobierno ha sido muy ingenuo en relación con la forma que aborda la paz total. Se cree que es una cuestión de buenas intenciones, pero ninguna mesa de negociación funciona porque haya buena voluntad”, concluyó.