Me dijo que si lo mataban no fuera a llorar mucho: papá de patrullero asesinado en Bogotá

Arnoldo Caro expresó su dolor en entrevista con Noticias RCN y destacó a su hijo como una persona ejemplar. Pidió a las autoridades esclarecer los hechos.


Noticias RCN

mar 11 de 2021
11:03 a. m.

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Luego de los hechos ocurridos en el norte de Bogotá, donde el patrullero de la Policía identificado como Edwin Caro fue asesinado cuando se disponía a requisar a unos sospechosos, quienes aparentemente habían robado minutos antes a un ciudadano, se realizaron varios homenajes lamentando su fallecimiento.

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En entrevista con Noticias RCN, el papá del patrullero asesinado, Arnoldo Caro, expresó su dolor y destacó a su hijo como una persona ejemplar. Aseguró que el sábado habló por últimas vez con Edwin. Ese día le dijo que estaba contento haciendo lo que quería y le hizo una petición como si presintiera algo. 

"Me dijo, padre cuando me den vacaciones voy a ir y comprarle un caballo como le gustan a usted. Me duele eso, porque mi hijo me habló firme, contento y le dije pregunté si estaba amañado, si iba bien y me dijo que sí: "estoy amañado, esto era lo que yo quería. No se preocupe, si a mí me matan no me vaya a llorar mucho padre, ese es el destino de todos y muero en lo que me gusta a mí".

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Arnoldo asegura que uno de los sueños de su hijo era sacarlo del campo. Siempre le decía que después de trabajar mucho, era hora de ir a la ciudad, pues siendo administrador de fincas de ganado y  de café sacó a sus cuatro hijos adelante.

Agrega que era su hijo preferido y aunque murió haciendo lo que le gustaba, fue un acto cobarde "porque no dejaron ni que mi muchacho sacara el arma, eso es cobardía. A las ratas de alcantarilla les reiteró, son cobardes. Lo mataron indefenso porque él estaba haciendo una requisa y ahí había otro campanero y me lo mató".

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Y en medio de su dolor  y rabia por el asesinato de Edwin, afirma que los responsables del crimen no merecen su perdón.

"Nunca. Son ratas cobardes, todos, no me duele decirlo. Así yo me muera, le pido a las ratas, si me están escuchando, que por lo menos me dejen enterrar a mi hijo, en adelante, que me salgan donde quieran (...) Si yo tuviera 10 o 20 años menos, otro baile era. No se sabe las montañas que yo cruzaría para vengar la muerte de mi hijo. Que me disculpe el país entero, pero así es".

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