¿Podría generarse un consumo masivo de fentanilo en Colombia? Experto responde

El fentanilo ha encendido las alarmas en Estados Unidos y otros países, debido al aumento de su consumo y al riesgo que podría representar frente a la salud pública y los impactos que tiene en el organismo cuando se usa de manera ilegal.

Cabe resaltar que esta sustancia es un opioide sintético que se usa principalmente con fines médicos, como tratamientos postquirúrgicos o para curar dolores intensos en pacientes con etapas avanzadas de cáncer. Sin embargo, la falta de controles y la demanda que ha tenido en el mercado ilegal ha hecho que se comercialice como una droga. 

Lo que más le preocupa a los médicos es la letalidad del fentanilo, puesto que una baja cantidad de consumo podría generar una sobredosis. Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades advierten que este componente puede ser 50 veces más nocivo que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. 

Se le denomina también la ‘droga zombie’ debido a los síntomas que presenta una persona cuando la consume: pierde completamente el control de su cuerpo, no puede moverse o se queda dormido, completamente inconsciente.

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Recientemente se han viralizado videos de personas en las calles con estas características, lo que podría alertar sobre un aumento en el consumo. Inicialmente, los clips eran captados en Estados Unidos, aunque se habrían presentado casos similares en Ecuador. 

Noticias RCN se contactó con Pablo Zuleta, director de área de consumo de drogas salud pública y educación del CESED (Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas) de la Universidad de los Andes, quien explicó si esta droga podría llegar a tener un impacto negativo en la sociedad colombiana y en el sistema de salud. 

¿El fentanilo podría generar un problema de salud pública en Colombia? 

En primer lugar, el experto resaltó que el consumo de opioides obedece a problemas de regulación y a la alta demanda que tiene en Estados Unidos, lo que aumenta su fabricación y comercialización ilegal. No obstante, en Colombia el panorama es diferente, pues las condiciones socioeconómicas son distintas.

“En Colombia eso nunca ha pasado. Nunca hemos tenido un consumo importante de heroína ni hemos tenido crisis de opioides”, agregó Zuleta, quien explicó que en nuestro país el uso de esta sustancia se reguló y se concentró en un grupo especializado de médicos que se han encargado de darle un uso netamente medicinal en las dosis adecuadas.

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Asimismo, explicó que en términos económicos, la heroína y los opioides sintéticos nunca han sido tan rentables en el mercado en comparación con la cocaína y la marihuana, sino que, por el contrario, implican costos demasiado elevados que han impedido que se establezca su comercialización. 

El narcotráfico en Colombia ha intentado formalizar el uso de estas sustancias, pero las circunstancias lo han impedido. En los años 90 los principales fabricantes de drogas pusieron sus esfuerzos en formalizar un negocio con la heroína con el fin de exportarla a los Estados Unidos, pero los costos de fabricación terminaron siendo mucho más favorables para los comerciantes ilegales de Nueva York, por lo que no les funcionó.

Por otra parte, Zuleta señaló que un estudio de la Secretaría de Salud de Bogotá demostró que entre 2011 y 2016 solo hubo cuatro muertes por opioides. Además, el país cuenta con un eficiente sistema de monitoreo de consumo de sustancias en el que nunca se han reportado alertas por fentanilo u otro tipo de opioides.

Los registros de uso ilegal de este componente solo se han presentado en casos de cirugías estéticas clandestinas, según indicó el experto, en las que es necesario para el tratamiento.

¿Podría consumirse de forma masiva? 

“Estoy convencido de que no”, argumentó Zuleta, quien además manifestó que el pánico por este tipo de drogas sintéticas viene generándose desde hace muchos años, pero que nunca se ha vuelto una realidad en Colombia. 

Las condiciones sociales de nuestro país hacen que a las personas no les llame la atención este tipo de sustancias, sino que tienden a consumir lo que se produce acá, como cocaína y marihuana. 

No obstante, el experto resaltó que la mayor problemática está en productos legales que se comercializan a diario: “Lo primero que hay que pensar es cómo está asociada la cultura a la embriaguez”.

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En Colombia, más del 80% de la población ha consumido licor con la intención de embriagarse alguna vez en su vida. El tabaco es la segunda sustancia más consumida, aunque tiene un porcentaje mucho más bajo: 33%. En tercer lugar, está la marihuana, aunque solo el 10% de la población asegura haberla consumido alguna vez en su vida.