Policía lucha por su vida tras ola de violencia en inmediaciones de la U. Nacional

En Colombia, la situación de violencia contra las fuerzas del orden ha alcanzado niveles alarmantes.

Durante el año 2024, los ataques a la Unidad Antidisturbios se han incrementado, dejando a varios oficiales gravemente heridos y evidenciando la creciente inseguridad que enfrentan.

Universidad Nacional se convirtió en un “campo de batalla”

Las inmediaciones de la Universidad Nacional se convirtieron nuevamente en un campo de batalla el pasado viernes 26 de julio, cuando un grupo de encapuchados arremetió contra los agentes de la Unidad Antidisturbios.

Las grabaciones de estos enfrentamientos muestran la situación a la que están expuestos los uniformados. Este año, se han registrado al menos 16 incidentes similares, con un saldo preocupante de heridos y daños materiales.

Patrulleros heridos por disturbios en la Universidad Nacional

Dos patrulleros de la Unidad Antidisturbios han sufrido las peores consecuencias de estos ataques. Sus historias de heridas graves y secuelas permanentes son reflejo de su labor de protección.

Entre ellos, destaca el caso del patrullero Jhon Freddy Rodríguez, quien fue impactado por una bomba casera, también conocida como"papa bomba", durante disturbios en la Universidad Nacional el 8 de junio de 2023.

Freddy Rodríguez, el padre del patrullero herido, comparte con dolor la lucha que su hijo enfrenta diariamente por sobrevivir.

"Mi hijo sigue luchando por su vida, 14 meses después de aquel trágico día. Verlo en una cama del Hospital Central de la Policía es devastador, pero no perdemos la esperanza," comentó.

A su vez añadió que se han sostenido gracias a una fe inquebrantable.

Hemos pasado por la Universidad Nacional en tres ocasiones y hemos visto en directo cómo estos jóvenes continúan con su ideología de violencia, agrediendo a quienes nos protegen, pero mi hijo solo estaba cumpliendo con su deber de cuidar a todos nosotros y ahora está pagando un alto precio por ello.

A pesar de la adversidad, Freddy y su esposa mantienen la esperanza de que su hijo se recupere.

"Preferimos tener a nuestro hijo vivo, aunque en estas condiciones, a no tenerlo en absoluto. Creemos que Dios tiene el control de la vida y la muerte. Muchos pensaban que mi hijo tenía muerte cerebral y que debíamos desconectarlo, pero esa decisión no nos corresponde a nosotros. Seguimos orando y esperando su recuperación."

Su relato desafortunadamente no es única, ya que muchos otros oficiales que han sido heridos en circunstancias similares continúan luchando por su recuperación.

En medio de esta ola de violencia, la familia Rodríguez, a través de su experiencia, solo recuerda la importancia de la solidaridad y la unión en tiempos difíciles.

"Les pedimos una oración por él, pero también un mensaje de unión y respaldo a quienes dan todo por cuidarnos y sacrifican mucho por nuestra tranquilidad", concluye.