Policías secuestran y torturan a hombre por haber robado la casa de un coronel
El presunto caso de secuestro involucra a cuatro patrulleros y un coronel de la Policía de Transito de Bogotá.
Paco Morales
09:59 p. m.
Seis uniformados con órdenes de captura falsas habrían secuestrado a un hombre que presuntamente hace dos meses ingresó a robar en la vivienda del oficial en Bogotá.
Los agentes de la Policía con una orden de allanamiento y captura falsas ingresaron abruptamente a la vivienda de Edwin Alfonso Mahecha. Se dirigieron hacia un clóset de madera viejo que estaba al lado de la cocina y en donde presumían estaban los 16 millones de pesos y las joyas que le había hurtado al coronel Gavino Humberto Gamboa Correa.
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Mahecha fue reducido por dos uniformados mientras que su novia en la cama gritaba desesperada pidiendo auxilio a los vecinos.
La Fiscalía reveló que la requisa practicada a la casa de Edwin Alfonso duró escasos minutos, solo hallaron 1.490.000 pesos y un teléfono celular. Los elementos fueron incautados.
Los agentes, sin cumplir completamente la orden emitida por su oficial de servicio, le solicitaron al ladrón de joyas que confesara en qué lugar estaba el botín.
"Toda la plata y las joyas están en la casa de mi familia que queda en Cucunubá, aquí muy cerca de Bogotá", contestó el detenido.
El ente acusador narró en la audiencia que varios carros oficiales fueron empleados para realizar la operación encubierta y así secuestrar al hombre que robó a un coronel de la Policía.
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Edwin Mahecha fue puesto en la parte trasera de una camioneta y acompañado por dos automóviles más, llegaron al municipio cundinamarqués. Durante el trayecto el hombre fue golpeado y no solo lo amenazaron de muerte a él sino también a su familia.
Cuando llegaron a la vivienda señalada en Cucunubá los uniformados, esgrimiendo las armas y con un chaleco de la Policía, exigieron el dinero. Esto produjo a la tía de Mahecha y otros jóvenes que estaban allí, pánico y angustia, pues no sabían qué estaba pasando.
En la escena, según relató la Fiscalía, apareció de repente el coronel Gavino, se dirigió hacia Mahecha y le dijo: “¿Se acuerda de mí? El capturado le respondió “sí señor, muy bien”.
El ladrón fue sacado de la vivienda y llevado a una camioneta con rumbo desconocido. Mahecha sabía que su vida estaba en peligro, mientras los policiales lo torturaba y lo golpeaban una y otra vez con un machete. Esposado y para escapar de la muerte, tomó en cuestión de segundos una decisión muy arriesgada. Se lanzó por a la carretera la puerta trasera que estaba sin seguro, cayó abruptamente causándose heridas en la cabeza y extremidades.
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Inmediatamente se levantó y empezó a correr para no ser capturado nuevamente, cruzó por un pastizal en medio del frío y la niebla hasta que llegó a una pequeña casa donde pidió auxilio porque lo iban a matar.
La Fiscalía afirmó que el hombre fue auxiliado por una humilde familia campesina que lo atendió y llamó a la Policía de Sutatausa para que acudieran a atender el caso. Sin embargo, Edwin Mahecha, se llevó una gran sorpresa cuando apareció en el sitio nuevamente el coronel Gavino.
El uniformado había llamado a las estaciones de Policía cercanas al sitio de la fuga y reportó que un delincuente muy peligroso de Bogotá se había escapado de una patrulla, indicó el fiscal.
El secuestrado resignando con la situación y sin ninguna opción de fugarse se entregó y pensó en que era su final, pero en Bogotá la novia de Mahecha y los hermanos habían reportado el caso y se había formado ya un escándalo que llegó a oídos de los generales y la Dirección de la Policía.
De inmediato, los investigadores judiciales ubicaron la vivienda del capturado en Bosa y hallaron una evidencia clave y determinante: en la mesa del comedor y por descuido de los policías, habían dejado la orden de allanamiento y captura falsa.
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Con esta prueba y los testimonios, se ordenó la captura del coronel Gavino y sus subalternos cuando estaban con Mahecha en el municipio de Cajicá.
El Gaula de la Policía entró en operación y los detuvo en flagrancia. La Fiscalía les imputó, secuestró simple, tortura, falsedad en documento, abuso de autoridad, el hurto de 1.400.000 pesos y un teléfono celular.