Por irse de farra: Procuraduría investiga a extrabajadores de Alcaldía de Bucaramanga
Los tres exfuncionarios habrían participado de una celebración durante el periodo de toque de queda impuesto por las autoridades en 2020.
Noticias RCN
06:39 p. m.
La Procuraduría General de la Nación reveló que ha puesto la lupa sobre el caso de tres exfuncionarios de la Alcaldía de Bucaramanga, quienes, pese a que en la ciudad regía la medida de toque de queda, como estrategia para mitigar la expansión de coronavirus, habrían asistido a un establecimiento nocturno para participar de una celebración durante el mes de diciembre de 2020.
De acuerdo con el anuncio de la Procuraduría, los funcionarios, al participar de dicho espacio de celebración, transgredieron la norma de aislamiento preventivo, señalando que su actuación podría ser considerada además una falta disciplinaria, teniendo en cuanta que la medida sanitaria había sido ordenada por la administración municipal en cabeza del alcalde, Juan Carlos Cardenas.
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Por lo anterior, la entidad citó a los referidos exfuncionarios para que comparezcan a un proceso de presentación de argumentos verbal, el cual se realizaría durante una audiencia pública.
La denuncia, impuesta por un ciudadano, refiere que los tres exfuncionarios, violaron la medida el pasado 26 de diciembre, advirtiendo que quienes participaron del espacio fueron Andrés Felipe Nicolás Villalba Quintero, exjefe de la Oficina de Control Interno; Ángel Alberto Galvis Caballero, asesor de dependencia de Control Interno; y Tatiana Becerra Londoño, quien para la fecha se despeñaba como directora del Departamento Administrativo de la Defensoría de Espacio Público.
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En el auto, se señala que los exfuncionarios habrían incurrido, según lo descrito en una actuación constitutiva de una conducta grave con culpa gravísima, advirtiendo que además de trasgredir las normas, los trabajadores de la administración local abusaron de su poder y dieron mal ejemplo al vulnerar las leyes vigentes.
En el auto se referencia que la actuación constituye un quebranto a los principios de moralidad, ética pública y responsabilidad.
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