¿Por qué mientras el ELN ordenó cese al fuego, uno de sus frentes anunció paro armado en Chocó?
Horas previas al anuncio del ELN sobre el cese al fuego, la misma estructura, pero esta vez el frente occidental, amenazó con un paro armado en San Juan, Chocó.
Katheryne Ávila
07:16 p. m.
La paz total del Gobierno Nacional parece haber arrancado con el ELN y hasta ahora, es su resultado más visible en términos de diálogos y acuerdos con los grupos armados. Mientras la ley que sustenta esta ambiciosa propuesta está siendo discutida por magistrados en la Corte Constitucional, con riesgo de ser tumbada, la administración de Gustavo Petro sigue con su plan en marcha.
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Tras el término del tercer ciclo de conversaciones en la Habana, ELN y Gobierno acordaron unas fechas clave para poner en práctica lo acordado. El 6 de julio es una de ellas, y por eso, el Ejército de Liberación Nacional anunció finalmente que iniciaría el cese al fuego el próximo 3 de agosto, dando una instrucción clara:
“A partir de las 00 horas del 6 de julio, hasta las 00 horas del 3 de agosto de 2023, las estructuras del Ejército de Liberación Nacional deben cesar todas las acciones militares ofensivas contra las Fuerzas Militares y de Policía en todo el territorio nacional, incluyendo las acciones de inteligencia”, se lee en el comunicado.
Sin embargo, horas previas al anuncio, la misma estructura, pero esta vez el frente occidental, amenazó con un paro armado en la región de San Juan, en Chocó. La razón, según la estructura criminal, tiene que ver con una incursión armada del Clan del Golfo en el municipio de Sipí, donde habrían asesinado a un campesino y también herido a su hijo pequeño. La advertencia también fue clara: “Llamamos a todos los habitantes y transportadores para que se abstengan de circular en el territorio mientras esté vigente dicha orden”.
¿Por qué mientras ELN confirmó cese al fuego, uno de sus frentes anunció paro armado en Chocó?
Es paradójico que en medio de un anuncio del cese al fuego se conozcan este tipo de amenazas contra la comunidad, pero es mucho más que contradictorio. Este hecho deja en evidencia algo que, según analistas, se deberá tener en cuenta en las negociaciones de aquí en adelante: la estructura del ELN y de las Farc no es igual. “No es piramidal, es mucho más horizontal debido a la diversidad y el origen del grupo. Eso lleva a que las decisiones del Ejército de Liberación Nacional deban pasar por un proceso interno de divulgación y consenso para que todas las partes acojan lo que se discute. Esto será muy demorado y es posible que no todo el grupo acate de la misma manera las decisiones que se toman”, explicó Andrés Macias, investigador de la Universidad Externado.
Ha ocurrido en el pasado que lo que se habla en las mesas no se practica en los territorios, pero este es un riesgo que en todo proceso para lograr la paz aparece. “Cuando se les pregunta a los negociadores si en el ELN hay cohesión y respeto por las decisiones, la versión es que sí, pero en la práctica es distinto”, asegura Macias.
¿Qué está en juego para ELN y Gobierno con el inicio del cese al fuego bilateral?
Pero lo que está en juego con el cese al fuego que inicia es importante. Para el ELN el proceso de negociación, pero para el Gobierno, su “legitimidad y credibilidad”, que se verán reflejados en dos momentos cruciales que vienen para la política de este país: en el legislativo, con la aprobación o reprobación de la ambiciosa agenda que se plantea para el segundo semestre del 2023; y en las elecciones locales de octubre, en donde las fuerzas se medirán nuevamente y la administración de Petro tiene muchas cosas que perder, entre estas, una fundamental: la gobernabilidad. Así lo explicó el experto consultado por NoticiasRCN.com
Y continuando con el ELN, hay otro reto en estas conversaciones. Si bien es cierto que el cese ya parece haberse logrado, pues aún falta que pase del papel a la práctica, el problema con los grupos armados no solo son los enfrentamientos con el Ejército Nacional, a la población también la aterrorizan los combates por control territorial entre esta guerrilla y los demás grupos armados. En esas tensiones está la posibilidad de violar lo pactado.
“Puede que los grupos acuerden un cese con el Gobierno, pero no entre ellos. Las disputas en los territorios son constantes. Es lo que estamos viendo en diferentes regiones como Cúcuta, Barranquilla y Buenaventura. El ELN no va a dejar atrás su control territorial y por eso hay enfrentamientos. Hay que ver como se va a realizar esa verificación porque eso va a llevar a dos escenarios: que la guerrilla enfrente grupos y en eso atente contra la población civil o que la Fuerza Pública, por proteger a la comunidad, termine enfrentándose con la estructura en cuestión. En ese sentido, es muy fácil que se viole el cese. Ahí la comisión de comprobación debe entrar a ver qué sucedió y se deben suspender las negociaciones temporalmente hasta que se negocie con otras reglas de fuego o sin cese al fuego”, concluye Macias.