Margarita Cabello rechazó designación de exparamilitar Hernán Giraldo como gestor de paz

La procuradora Margarita Cabello rechazó la designación del exjefe paramilitar Hernán Giraldo como gestor de paz.

¿Quién es Hernán Giraldo?

A través de la resolución 453 de 2024, el Alto Comisionado de Paz designó a exjefes de las Autodefensas Unidas de Colombia como gestores de paz. La decisión generó polémica, teniendo en cuenta los antecedentes de los exparamilitares.

Entre los nombres más controversiales estuvo el de Hernán Giraldo, conocido como El Señor de la Sierra. El exjefe paramilitar fue extraditado a Estados Unidos en 2008, aunque volvió deportado en 2021. Antes había sido expulsado de Justicia y Paz.

La justicia lo había condenado por varios delitos, entre los cuales hubo abuso sexual a menores de edad, estímulo de la prostitución y aborto sin consentimiento. Giraldo está recluido en el Establecimiento Penitenciario y Carcelario La Paz de Itagüí.

Durante su paso por el paramilitarismo y también estando privado de la libertad, Giraldo sostuvo relaciones sexuales con varias menores de edad. Una sentencia de la Corte Suprema señaló que en las AUC “se creyó con el derecho de decidir sobre el destino de las niñas de la región y a punta de amenazas, procedió a abusar sexualmente de ellas con el fin de satisfacer sus deseos libidinosos”.

“Esta designación revictimiza, ofende y no contribuye a una paz real”

Cabello fue una de las voces que más cuestionó su designación como gestor de paz. La procuradora aseguró que “es un grave retroceso en los esfuerzos por la construcción de justicia, equidad y una paz sostenible”.

Es inadmisible que una figura como Hernán Giraldo Serna, condenado por múltiples delitos sexuales contra niñas, sea ahora presentado como gestor de paz. De depredador sexual a gestor de paz, esta designación revictimiza, ofende y no contribuye en forma alguna a la consecución de una paz real y duradera.

La procuradora sostuvo que las designaciones de gestores con esta clase de antecedentes no aportan en la erradicación de violencias estructurales contra las mujeres.

Desde la Procuraduría, hemos sido claros: las víctimas primero. No permitiremos que las mujeres sean invisibilizadas en el camino hacia la paz. La justicia debe ser para ellas, y el Estado tiene el deber de actuar con diligencia para proteger sus derechos.